El problema del alquiler es evidente. En ciudades como Madrid y Barcelona los precios se han disparado un 40% en tres años. Los inquilinos deben destinar la mitad de su sueldo a pagar el alquiler.
“Para mí es abusivo pagar 900 euros por un piso de 70 metros”. “Menos de 30 metros, 1.000 euros al mes… Es demasiado alto”, critica la ciudadanía.
Por eso, cualquier solución para moderar los alquileres es bienvenida. “Hay que hacer algo para proteger a la gente que alquila”, denuncian, subrayando que los precios “se han disparado” y “es exagerado”.
La idea de congelar los alquileres durante cinco años como en Berlín, donde el tripartito de izquierdas ha decidido poner coto a la burbuja de alquileres con esta medida radical, no parece sencilla de aplicar. “La mayoría de los pisos son de particulares”, explican trabajadores de servicios inmobiliarios, mientras hay quien señala que “congelarlos como están ahora es un poco alto” o “drástico”.
No obstante, los inquilinos no ven descabellado regular los precios. “Inmediatamente tiene un efecto positivo, que es bajar el ritmo de crecimiento de los precios”, subraya Jaime Palomera, del sindicato de inquilinos.
Insisten, eso sí, en que debe ir acompañado de otras medidas para meter los alquileres en vereda de una vez por todas.