Una persona que convive únicamente con gatos puede dejar de ser un apelativo relacionado con un estado civil determinado y formar parte de una ventaja sobre el resto de ciudadanos según un estudio. Así lo confirma un grupo de expertos a través del análisis 'Journal of Vascular and Interventional Nuerology' que indica que el resultado obtenido aportó "una disminución del riesgo de muerte en todas las enfermedades cardiovasculares (incluido el accidente cerebrovascular) entre las personas con gatos.
De esta manera, como principal medida preventiva en factores de alto riesgo, poseer un gato como mascota doméstica puede ser parte de un tratamiento estratégico para reducir este tipo de lesiones de esta índole.
Además, diversos experimentos más han demostrado como el lenguaje corporal de estos animales invita a comprender su comportamiento bipolar de forma que los parpadeos lentos y la cola en alto muestran afecto y alegría en los felinos, pero gestos como encogerse o agachar las orejas mientras se recuestan en su espalda pueden traducirse en miedo o amenaza.
La psicóloga y autora de The Stress-Proof Brain, Melanie Greenberg, ha señalado a NBC News, que la acción de acariciar y mimar por parte del propietario al felino provoca en él la liberación de la hormona oxitocina, encargada de que el animal se sienta menos estresado. Un beneficio del que también puede beneficiarse la persona al fomentar "una sustancia química" entre la unión de ambos.
De acuerdo con la Medicina Psicológica, los centros para el Control de Enfermedades en EE.UU. cifran en más de "60 millones de personas que pueden estar infectadas con el parásito Toxoplasma por diferentes vías de contagio, incluidos los gatos", dice David Haworth, doctor en medicina veterinaria, Ph.D. y presidente de PetSmart Caridades. Sin embargo, este mismo especialista indica que "muy pocas personas muestran síntomas porque el sistema inmunológico de una persona sana generalmente evita que el parásito cause enfermedades y se desarrolle".