Un análisis elaborado por el Instituto Nacional del Cáncer en Tlalpan (México) ha señalado un repunte de los casos de cáncer gástrico en personas que no alcanzan los 40 años, principalmente en mujeres, un dato asociado generalmente a una edad más tardía en la fase avanzada. Concretamente, el estudio ha mostrado que uno de cada siete de los 2.000 pacientes diagnosticados con cáncer gástrico entre 2004 y 2016 tenía menos de 40 años. Algo que las autoridades sanitarias en España cifraban en 62.000 tumores anuales por este mismo motivo.
El resultado ha sido presentado este martes en el Congreso Mundial ESMO sobre Cáncer Gastrointestinal 2019, que se está celebrando en Barcelona, que ha incidido en la importancia de revisar los síntomas digestivos crónicos como ardor o problemas en la digestión que pasan desapercibidos para contribuir a una rápida detección.
Durante el procedimiento de evaluación, el equipo de científicos observó "un aumento del 120 % en el cáncer gástrico en pacientes más jóvenes" en los últimos 12 años principalmente en pacientes de sexo femenino con peores indicadores de pronóstico que los hombres y un "impacto adverso en la supervivencia" al presentarse en un estado avanzado, ha señalado el autor del estudio, el doctor Germán Calderillo-Ruiz.
Durante el estudio mexicano, el perfil repetido en más de la mitad de los casos estaba relacionado con mujeres por debajo de los 40 años de edad que presentaban más tendencia a poseer tumores gástricos de tipo difuso, poco diferenciados y que tenían peor diagnóstico. Por el contrario, en el caso de los hombres se observó que el tumor aparecía en una etapa más tardía y con más probabilidades de supervivencia.
"La falta de recursos financieros puede tener un impacto en el comportamiento de las mujeres al retrasar la búsqueda de atención médica cuando aparecen los síntomas. Esperamos que esta investigación aliente a los clínicos y pacientes a estar más conscientes del riesgo de gástrico, y, en particular, para alentar a las mujeres con síntomas gástricos a buscar ayuda médica antes", ha indicado el experto.
Sobre las implicaciones de la investigación, el doctor Rodrigo Dienstmann, del Instituto de Oncología Vall d'Hebron en Barcelona (España) ha recordado la combinación de factores genéticos y ambientales que contribuyen al cáncer gástrico y el hecho de que las personas jóvenes con cáncer gástrico tienen una enfermedad más agresiva que responde menos al tratamiento.
"No podemos cambiar los factores genéticos, pero podemos actuar sobre la dieta poco saludable, la obesidad y el 'helicobacter pylori' no tratado, ya que esta infección aumenta el riesgo de cáncer gástrico. La infección por 'helicobacter' puede causar inflamación crónica y lesiones que son precursores del cáncer gástrico pero, una vez diagnosticados, se pueden curar con una combinación de antibióticos y medicamentos para reducir el ácido del estómago", ha advertido Dienstmann.