Con la fase 1 también han vuelto los espetos a los chiringuitos de Málaga pero, ojo, no podrán compartirlos con nadie. Muchas cosas han cambiado para evitar el contagio del coronavirus y una de ellas afecta directamente a la hora de comer en la calle.
Ni raciones, ni aperitivos, ni espetos para compartir. Málaga, desde este lunes en fase 1, se encuentra con un panorama muy diferente al de hace un año, la mar de engorroso pero sin duda es mejor que nada. Lo que no cambia en los chiringuitos son las ganas que tenía la clientela de volver a las terrazas. En muchos restaurantes las raciones son individuales, pero tienen reservado para hoy, mañana y pasado.
Y es que la gente, se nota, tenía unas ganas locas de volver a las terrazas. Volver a los chiringuitos y a ese olor tan característico que tiene la sardina al espeto.
Pero, por primera vez, la ración malagueña por antonomasia llega en versión reducida para un solo comensal. También desaparecen las bandejas de pescaíto frito, ortiguillas o cazón en adobo en Cádiz. Las normas de seguridad dictan que ahora cada uno disfruta de su plato individual aunque estén en compañía.
En los bares de Sevilla también van a tener que acostumbrarse a servirlo todo así, por separado. Nada de pinchos al centro ni tapas para todos los comensales. Es la norma impuesta por Sanidad para poder comer al aire libre.
Además, ahora en las terrazas, a la distancia entre personas se suma la distancia entre cubiertos. Lo vemos también en Valencia, donde se las ingenian como pueden para plantar la clásica paellera en medio de la mesa. Una nueva y muy diferente normalidad con la que de momento habrá que convivir.