El comisario jefe de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de A Coruña, Pedro Agudo, indica que fueron entre 6 y 8 personas las que participaron en la conjunción de golpes a Samuel Luiz, pelea en la que no tienen acreditado que tomara parte la mujer que fue arrestada, y cree que puede haber más detenciones.
Tras el levantamiento del secreto de sumario, el comisario que la encabeza asegura, en una entrevista con Efe, que el objeto intervenido en la casa de uno de los detenidos por el crimen del 3 de julio es una especie de navaja o kubotan con la que la víctima pudo haber sido golpeada.
P. ¿Habrá más detenciones?
R. La investigación sigue abierta. Tenemos que analizar el volcado de los teléfonos, ver diligencias que nos quedan por realizar. En concreto, hemos tenido una testifical nueva el lunes, que nos puede dar información de otras personas que pueden estar implicadas. Creo que sí que puede haber más detenciones.
P. ¿Cuántas personas participaron en la agresión?
R. Entre seis y ocho personas, en lo que es la conjunción de golpes. Lo que pasa es que había mucha gente que se desplazaba con la turba, que estaba por curiosidad, por morbo. No avisaban a la Policía, pero se movían con la agresión.
P. ¿La mujer detenida no participó en la agresión?
R. Ella golpea, empuja, separa y no permite que la acompañante de Samuel lo defienda e intente protegerle. Tenemos esa conducta, pero no tenemos acreditado que ella participe en la agresión.
P. ¿Tienen identificadas a todas las personas que participaron en la paliza?
R. Tenemos identificadas a todas las personas que participaron, pero todavía tenemos que individualizar alguna de las conductas. Los principales están detenidos.
P. Hay un objeto metálico intervenido en la casa de uno de los menores...
R. Sí. Y concuerda con una de las heridas de Samuel.
P. ¿Qué es?
R. Una especie de navaja con una punta compatible con una de las heridas que tiene Samuel.
P. ¿Es una herida de arma blanca?
R. No.
P. ¿Se le pudo haber golpeado la cabeza con ese objeto?
R. Sí. Estamos esperando el análisis de ADN.
P. ¿El ADN de uno de los detenidos se localizó en la cara de Samuel?
R. Del primer detenido se halló en la célula epitelial del rostro de Samuel. Fue por varios puñetazos. El detenido número dos le hace un mataleón (lo sorprende por la espalda para rodear su cuello) y consigue tirarlo al suelo. En ese momento, el agresor número uno se pone a horcajadas encima del cuerpo de Samuel y le golpea con los dos puños en la cara.
P. ¿La agresión fue en tres fases?
R. Sí. La primera parte es en la filmación. Ahí se produce la agresión primera del número uno, el mataleón del número dos y la agresión de los dos. La segunda fase es cuando se van moviendo hacia la Avenida de Buenos Aires 2, donde ya le van golpeando varios. La tercera es el punto final donde pierde la conciencia y la última fase del posible asesinato. Ibrahima (un joven senegalés que ayudó a Samuel) lo cubre todo el tiempo y le ayuda a cruzar la calle.
P. ¿Samuel pedía ayuda?
R. Sí, se tapaba la cara, pedía ayuda y solamente quería huir, quería escaparse del lugar.
P. ¿Los agresores se vieron posteriormente?
R. Se reunieron una hora y cuarto en un parque público de la ciudad, no todos pero sí los más importantes. Sabemos qué hablaron porque tenemos una testifical de la reunión que nos aporta el contenido de la conversación.
P. ¿Ya sabían que habían matado a una persona?, ¿trazaron un plan?
R. No, comentaron la agresión, pero no hablaron de plan, ni hubo arrepentimiento. No tuvieron en ningún momento ninguna mala conciencia por lo que habían hecho, ni remordimiento.
P. ¿Qué contenido borraron de sus móviles?
R. La autorización judicial abarca la copia espejo del teléfono. Con esta, se puede realizar el análisis de todo su contenido. Solamente en fotografías llevamos en algún teléfono más de 3.000 o 4.000. Es un trabajo largo, que tenemos que hacer con equilibrio.
P. ¿Quién le llamó maricón?
R. El detenido número uno en el primer asalto.
P. ¿También le dijeron te voy a matar?
R. No tenemos recogido en el atestado eso. Solamente el insulto.
P. ¿Cómo definiría el perfil de los agresores? Decía que no eran delincuentes al uso.
R. No lo son. La extrañeza del caso, el antes y el después, es que no hablamos de delincuentes habituales o profesionales. Son amigos de una pandilla en la que uno de los menores tiene un antecedente que no tiene nada que ver con un delito contra la vida. Estamos ante una situación de máxima agresividad y violencia. Probablemente tengamos que hacer una reflexión profunda.
P. ¿Cómo identificaron a los agresores?
R. Las cámaras de El Andén (el pub) son muy importantes por su nitidez. Dan la fisionomía y la identificación nominal y funcional de las personas. A esto se le suman posicionamientos telefónicos, el vídeo de las cámaras de seguridad y el aporte de las empresas privadas en la fase final de la agresión. Con esto y las testificales tenemos prácticamente esclarecido el caso.
P. ¿Fueron identificados pronto?
R. Entre el domingo por la noche y el lunes por la mañana ya teníamos a la mitad de los detenidos identificados. El lunes a la hora de comer teníamos prácticamente a todos.
P. ¿La investigación ha sido difícil?
R. Ha sido muy complicada. Esclarecer este caso en seis días con la presión social que había nos ha dado muchísimo trabajo. Hemos trabajado 17 horas diarias. Ha sido el caso más complicado al que me he enfrentado, junto con el del asesino del Sena -descuartizó a su esposa y fue cazado 22 años después- y el violador de la burundanga -narcotizaba a mujeres para cometer abusos-.