La Guardia Civil saca a David Soler (alias El Tuvi) para llevarlo al registro en la casa en la que ayer se derrumbó al ver a su madre. Un registro que es vital. Porque David confesó que la había arrojado a un pozo pero no dijo cómo murió, pero no confesó el crimen como se intuyó en un principio después de encontrar el cuerpo. Solo dijo dónde se encontraba Wafaa. Los investigadores de la UCO tienen miedo de que en su declaración con el abogado diga como estrategia que se le murió, o que fue un accidente como hizo el asesino de Marta Calvo. Por eso están buscando pruebas en el posible escenario del crimen, la finca de su abuelo en La Pobla. Estaba vacía y nadie la familia la frecuentaba pero David tenía acceso.
Aunque él no lo ha contado, los móviles de Wafaa y de David los sitúan en esa casa. Se cree que la mató porque se negó a tener relaciones sexuales con él. Primero han hecho un registro buscando la ropa de Wafaa y el arma del crimen; luego han intentado reconstruirlo con la inspección ocular. Los perros y el equipo de criminalística de Madrid buscan sangre, porque aunque hayan pasado dos años y se haya limpiado, podrían hallar vestigios.
El cuerpo recuperado del pozo en otra finca está demasiado deteriorado como para saber a simple vista si fue estrangulada o golpeada. La confesión del lugar donde estaba el cadáver desde hace dos años se produjo ayer cuando llegaron a la finca propiedad de su abuelo. La madre de David llevaba las llaves, la vio, se derrumbó y confesó que el cuerpo de Wafaa estaba en un pozo. Pero en otra finca que la familia ya ha vendido. El rastreo se abortó. Ni se usó el georrradar, ni el dron con cámara de densidad. Los GEAS fueron a la finca que acaba de señalar. Visualizaron el cadáver dentro del pozo con agua con una cámara, con la juez delante y avisaron a los investigadores. A las 16.15 llevaban a David al levantamiento del cadáver. Con cuerdas, ayudados por el equipo de montaña los GEAS se descolgaron por los 20 metros de profundidad.
Wafaa de 19 años desapareció en noviembre de 2019 y David ha estado en el punto de mira desde el principio por la obsesión que tenía con ella. Su teléfono le situó con ella en su casa, la última vez antes de desaparecer. Ella vivía con otra persona porque su relación con los padres no era buena. Fue ese amigo el que denunció la desaparición y puso sobre la pista a los agentes de la UCO que se hicieron cargo de la investigación al tiempo que detenían al asesino de Marta calvo, vecino de Manuel también.
Los amigos de Wafaa sabían que David Soler la acosaba, le mandaba mensajes continuos que ella no sabía cómo gestionar porque eran del mismo grupo. Su ex novio se quejaba hoy amargamente. “Wafaa era amor, es la única manera que tengo de describirla”. Piden justicia de verdad para que asesinos como David cumplan antes de asesinar. Porque David Soler tiene múltiples antecedentes por violencia de género; una decena de detenciones, casualmente en 2020 dos; quebrantamiento de órdenes de alejamiento, agresiones a sus parejas, la última en 2020, cogiéndola por el cuello casi la mata.
Tiene antecedentes por conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas, por allanamiento de morada y se le ha investigado por el crimen de otra mujer en Xátiva, embarazada de seis meses. “Estuvo dos días antes de su muerte manteniendo relaciones sexuales con ella y se dejó una prenda de ropa interior con su ADN”. La policía asegura que el calzoncillo estaba doblado en casa. Pero ahora mismo no es el principal sospechoso del mismo, sigue siendo el novio de la joven embarazada que fue asesinada a puñaladas.