David Soler confesó ayer haber matado a Wafaa Sebbah hace ya casi dos años en en Carcaixent, Valencia. Hoy, se va a proceder al registro de la casa en la que habría cometido el crimen. Él mismo llevó, ayer, a los investigadores hasta el pozo donde tiró su cadáver. Ahora, las pruebas de ADN tendrán que confirmar la identidad. Mientras, los agentes siguen recabando pruebas antes de presentar al sospechoso ante el juez.
A David Soler, de 30 años, la Guardia Civil lo sacó ayer del cuartel esposado para llevarlo a una finca propiedad de su madre. Cuando la vio se derrumbó y confesó que el cuerpo de Wafaa Sebbah estaba en un pozo desde su desaparición en 2019. Aunque en otra finca que la familia ya ha vendido. El rastreo se aborta. Ni se usa el georradar ni el dron con cámara de densidad.
Los GEAS van a la finca que acaba de señalar. Visualizan el cuerpo y llevan a David hasta allí para que participe en el levantamiento del cadáver. Con cuerdas, ayudados por el equipo de montaña los GEAS se descuelgan. Son 20 metros de profundidad. Los restos están muy deteriorados.
Desde que la joven desapareció en noviembre de 2019 David estaba en el punto de mira de los investigadores. Sabían que estaba obsesionado con ella y los teléfonos móviles los situaron a los dos en casa de él.
Además, David tiene numerosos antecedentes, varios de ellos por violencia de género. En 2020 –cuando ya Wafaa estaba muerta- se le impuso una orden de alejamiento por coger a su pareja por el cuello.
Ahora la Guardia Civil busca pruebas contra David para llevarlo ante el juez. Hoy registrarán la vivienda donde estaba el cuerpo de la joven.