Uno de los aspectos más negativos de la crisis a la que enfrenta la sociedad española tiene su efecto en el plano económico. La cuarentena ha traído consigo el cierre forzoso de multitud de negocios, y con ellos la destrucción de numerosos puestos de trabajo. Tras un mes de marzo en el que el empleo registró una caída histórica de casi 900.000 cotizantes a la Seguridad Social, las previsiones no son optimistas de cara a los meses venideros.
Así lo ha señalado Asempleo, la Asociación de Agencias Privadas de Empleo, que apunta a un mes de abril nefasto en lo económico dado el “mantenimiento de condiciones restrictivas para la libertad de circulación e impedimentos graves tanto a la oferta como a la demanda”. Además, si se tienen en cuenta los efectos negativos de los ERTEs, la organización señala a un impacto laboral que “podría superar los tres millones de trabajadores”.
De levantase las restricciones de movilidad a mediados de mayo, Asempleo prevé una estabilización del mercado laboral a lo largo de dicho mes, a medida que la actividad económica retomara progresivamente su pulso habitual. Además, la organización laboral ha advertido que la próxima Encuesta de Población Activa (EPA) no reflejará fielmente la crisis del coronavirus, ya que esta solo afecta a uno de cada seis días analizados en la encuesta.
Andreu Cruañas, presidente de Asempleo, ha señalado “la fragilidad de una parte del empleo”, así como “la extrema sensibilidad a las perturbaciones que se producen en el normal funcionamiento de la actividad" que ha evidenciado el desplome de la ocupación en la segunda quincena de marzo.