Es la emotiva despedida de un médico rural de toda la vida dedicado a sus vecinos. Se jubila después de toda una vida dedicada a sus vecinos. En plena pandemia y, de baja por una operación, decidió volver al trabajo para salvar vidas. Y eso nadie lo olvida. Salvador Sáez sale de consulta como cualquier día. Pero no es cualquier día porque los vecinos del pueblo tienen memoria y lo reciben con aplausos. "Ha sido muy bonito y emotivo no me lo esperaba", dice Salvador, que reconoce que estaba siempre pendiente porque no es lo mismo ver enfermo a un paciente que a un vecino.
Medio Alcublas, el pueblo valenciano en el que trabaja desde 1983, ha querido darle así las gracias el día de su jubilación. Con 26 años, acompañado por su esposa Elena y su hija Esther, que apenas tenía 3 años. Ya en Alcublas nacería su segunda hija, Sarah. Ahora tiene dos nietas, Edurne y Naia. Y desde entonces Salvador y su mujer se han convertido en dos bastiones del pueblo, comandando además iniciativas culturales y solidarias.
Porque son las pandemias, como las desgracias, las que suelen sacar la verdadera naturaleza de las personas, y lo que ha visto Alcublas es que su médico volvió al tajo convaleciente aún de una operación. Porque si de algo disfruta Salvador es del contacto con la gente, convencido de que es la parte fundamental de la medicina. Porque no es lo mismo que te atienda de un ictus tu vecino que un desconocido porque la empatía también es una medicina, como la cercanía y el contacto directo con un paciente que no es un número, sino un amigo.
Entre aplausos se va don Salvador. O mejor dicho, se queda. Porque 37 años después, es un alcublano más. Él, y ya tres generaciones. El médico de pueblo ha sido uno de los mayores defensores de los ciudadanos en este extraña época de coronavirus. Salvador podrá dedicarse ahora a una de sus pasiones, el alpinismo (ha coronado picos como el Aconcagua y el Himalaya). El consistorio está preparando para el sábado 19 de septiembre un reconocimiento institucional en colaboración con la familia. En reconocimiento a su médico héroes, porque eso es Salvador para muchos de sus vecinos.