Las nuevas mutaciones conocidas del coronavirus que se están produciendo en el mundo, la variante de Reino Unido, Sudáfrica y Brasil, y la rápida propagación que éstas variantes tren consigo, hacen que los gobiernos tomen medidas más severas para evitar el fuerte aumento de positivos que están experimentando los países.
En Francia han advertido de que las mascarillas de tela hechas a mano pueden no ser lo suficientemente protectoras. El gobierno alemán de Angela Merkel ha decidido prohibir el uso de las mascarillas de tela es espacios públicos. En Alemania solo se podrá llevar mascarillas quirúrgicas y de tipo FFP2, algo que ha desatado la demanda de este tipo de mascarillas.
La mayoría de los expertos respalda la línea cautelosa de la canciller. El epidemiólogo y diputado socialdemócrata Karl Lauterbach abogó incluso hoy por tres semanas más de parón de la vida pública y un endurecimiento de las medidas, para evitar el crecimiento exponencial de las nuevas mutaciones.
Algunas regiones alemanas ya se han adelantado a la prohibición, pero será a partir del lunes cuando las autoridades comiencen a multar a todo aquel que no lleve en un espacio público mascarillas reglamentarias, es decir, quirúrgicas y de tipo FFP2.
Desde noviembre están cerrados en Alemania todo el ocio, la vida cultural y la gastronomía; en diciembre se extendió el cierre a todo comercio no esencial y, tras las vacaciones de Navidad, no se reanudó la actividad escolar presencial. Austria seguirá los pasos de Alemania a partir del 25 de enero.
En muchos hospitales españoles hemos ido viendo como poco a poco se iban prohibiendo la entrada a cualquier paciente con mascarillas de tela, ya que de muchas de ellas se desconoce la procedencia y la eficacia de la misma.
Un reciente estudio ha resumido la eficacia de las mascarillas de tela para proteger a los médicos de las infecciones virales respiratorias, como la covid19. Se incluyeron nueve estudios en la revisión, y todos menos uno se realizaron antes de la pandemia de covid19.
El único ensayo aleatorio de mascarillas de tela publicado en el momento de esta revisión comparó las tasas de infección de enfermedades similares a la gripe entre grupos de profesionales de la salud que usaban mascarillas de tela, mascarillas médicas o el uso inconsistente de mascarillas en el ámbito hospitalario.
Ese estudio evidenció amplios intervalos de confianza cuando se compararon los grupos, pero en general, concluyeron que el uso de mascarillas de tela se asociaba con infecciones virales significativamente más altas que el uso exclusivo de mascarillas médicas.
La mayoría de los estudios se realizaron en entornos de laboratorio y evaluaron el ajuste de la mascarilla facial de tela y el flujo de aire al compararla con otros tipos de mascarillas o las capacidades de filtración del material de tela y las mascarillas. Todos los estudios de filtración probaron las partículas en aerosol, incluyendo las no coronavirus, las bacterias y las partículas biológicas simuladas, y los resultados fueron muy variables, pero sugirieron algún nivel de filtración de los participios.
En particular, los estudios de filtración disponibles no probaron específicamente la transmisión de covid19 o la transmisión de gotas respiratorias. Todos los estudios de laboratorio concluyen que las mascarillas de tela proporcionaron un ajuste inferior y fueron menos eficaces para filtrar las partículas virales en comparación con las mascarillas médicas estándar o las mascarillas N95.
Las conclusiones de esta revisión cualitativa se ajustan a las directrices actuales del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) que recomiendan el uso de una mascarilla N95 para la atención de pacientes con covid19. Los autores también recomiendan que para los profesionales de la salud que no tienen acceso a mascarillas médicas se debe emparejar una mascarilla de tela con la pantalla facial de plástico, con cambios frecuentes de la mascarilla de tela para reducir el riesgo de retención de humedad.