El presidente de la Real Academia de Medicina del Principado y jefe de servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), Julio Bobes, cree que psicológicamente los efectos de la pandemia de coronavirus se van a comenzar a sentir ahora, seis meses después del primer confinamiento.
Así lo ha señalado al diario ‘El Comercio’, explicando que “por otras epidemias sabemos que es a partir de los seis meses cuando aparece la mayor carga de dolor psicológico”. Además, ha añadido, las personas que más han sufrido son aquellas con patologías previas.
Por otro lado, ha destacado que, sorprendentemente los trastornos más frecuentes, lejos de lo que ha ocurrido en China, donde han aquejado un incremento de la ansiedad, en España, ha sido la depresión el problema más frecuente.
Entre los grupos poblacionales, por edad, han sido los más jóvenes los que peor lo han pasado, experimentando un “mayor dolor moral” como consecuencia de las circunstancias nefastas que esta crisis puede dejar en su futuro laboral. Si tenemos en cuenta el sexo, Bobes detalla que las mujeres pidieron ayuda profesional, mientras que los hombres recurrieron al alcohol o el cannabis como vía de escape.
Sin embargo, lo más duro de la pandemia, ha destacado, es sin duda aquellos que no pudieron despedirse de sus familiares. “No poder despedirse de personas en fase muy avanzada de la enfermedad fue de las cosas más crudas de la epidemia, más que la propia mortalidad”, ha dicho.
Preguntado por los negacionistas o los jóvenes, Bobes considera que en el primer caso “llevarles el discurso a su proximidad”, mientras que en el segundo la clave es llegar a ellos a través de sus líderes.
Por último, preocupado por un segundo confinamiento, considera que aun estando preparados, podría ser más traumático que el primero ya que “no hemos mejorado nada de lo que teníamos en febrero”.