Los vecinos del número 33 de la calle General Pardiñas han podido entrar a sus viviendas el sábado a recoger algunos de sus enseres personales. Fueron algunos de los desalojados por la explosión del viernes en un edificio del barrio de Salamanca de Madrid, que costó la vida a dos operarios. La estructura continúa siendo investigada y no se descarta el derrumbe. El resto de personas afectadas por la explosión, los habitantes del número 35 y los del 78 de la calle Ayala aún no han podido acceder a sus casas y la manzana continúa acordonada.
Entre los que han podido recuperar algunas pertenencias se encontraba el senador del PP Rafael Hernando, que ha acompañado a su hermana, residente en uno de los dos inmuebles desalojados por precaución, para ayudarle en la recogida de enseres personales.
“Dentro de lo que cabe, la vivienda no está demasiado afectada. Está afectada la zona del salón, con los cristales destrozados, las puertas, pero si lo comparamos con la terrible desgracia de los vecinos del 35, dentro de lo que cabe hemos tenido cierta fortuna”, ha contado Hernando a la prensa.
A Julián, la explosión le pilló comiendo en el comedor de su casa. “Fue un estruendo que no te lo puedes imaginar en la vida, como si fuera un estallido grande, y de repente todo lleno de polvo, en menos de un segundo, y ver por la ventana cómo caían los escombros”, ha relatado a EFE.
El residente, que abandonó su casa “con lo puesto”, ha detallado que, tras entrar a por algunos objetos de valor acompañado de un bombero, se ha encontrado su estudio “reventado” por los “proyectiles” de la explosión. “Todos los proyectiles han venido contra la fachada nuestra, la que da al patio interior. El tercero y el cuarto somos los que más hemos sufrido", ha narrado.
Bomberos del Ayuntamiento de Madrid han evaluado el sábado el derribo del edificio afectado por la explosión en el distrito de Salamanca, el número 35 de la calle Ayala. Han consolidado los huecos de la fachada afectados y han apuntalado las estructuras del edificio.
"Hemos estado consolidando todos los huecos de la fachada. Dentro del peligro de posible derrumbe secundario, hemos estado apuntalando toda las estructuras que hemos colado en todos los huecos y en el interiór también", ha trasladado en declaraciones a los medios el jefe de guardia de Bomberos Madrid, Victor Barrasús.
Asimismo, ha añadido que dos dotaciones de Bomberos, con cinco operarios en cada una de ellas, han acompañado a los vecinos de la finca colindante, ubicada en el número 33, a que puedan entrar en sus domicilios a recoger enseres personales. "Con cada vecino van uno o dos bomberos y vamos trabajando por planta y por edificio", ha explicado Barrasús.
Por el contrario, ha aclarado que los vecinos del número 78, por el momento no pueden entrar a recoger sus pertenencias, ya que ayer no pudieron revisar el edificio pero hoy lo van a hacer junto a los técnicos municipales, y cuando terminen, "tomarán una determinación".
Por su parte, según ha informado el supervisor de guardia de Bomberos de Madrid, Antonio Marchese, en su conjunto, el edificio donde se originó la deflagración se mantiene estable. Además, ha señalado que la empresa constructora volver a solidificar el edificio para convertirlo en un espacio seguro. Será después de esa actuación cuando se determine el futuro del inmueble, ha detallado.
Los daños en las fincas contiguas han sido menores, con ventanas rotas y “mucha proyección de escombros” pero también estables, más allá de algunos muros que han sufrido grietas. En este caso, “el problema no es la vivienda, sino los daños en las medianeras”, ha dicho Marchese, por lo que todavía no puede descartarse un derrumbe parcial.
Serán los técnicos de Protección de la Edificación quienes tomarán la decisión, “a lo largo de la semana”, de cuándo puedan volver los vecinos, ha concretado, aunque ha avanzado que, por el momento, ningún habitante de los tres edificios volverá a casa en los próximos días para evitar cualquier tipo de percance adicional.
Tras el estallido, un total de 96 personas han sido desalojadas de sus viviendas como medida de precaución, aunque solo seis han precisado alternativa habitacional, ha aseverado el jefe de unidad de Samur-Social, Juan Carlos Arellano.
También ha contado que su equipo atendió “todo tipo de necesidades” de los vecinos, como la disposición de medicación, la entrega de las mascotas que se quedaron en las casas a sus dueños o la atención específica a personas mayores.
Tras siete horas de búsqueda, el viernes los bomberos localizaron sin vida a los dos operarios desaparecidos en la explosión registrada en la calle General Pardiñas, dos jóvenes de 21 y 27 años. Yojan Rubio, compañero del segundo, ha explicado que "sintieron un olor a gas y ellos corrieron, corrieron a ver lo que pasaba y justo, la explosión". "Quisieron salir del lugar, pero no pudieron", ha dicho todavía consternado por la muerte de su paisano
Además, 18 personas resultaron heridas, de las cuales solo una permanece ingresado en la UCI, un señor de 84 con politraumatismos que aún sigue grave. El hombre salió despedido por la explosión y cayó a un patio interior.