El edificio afectado por la trágica explosión en el distrito de Salamanca de Madrid, en la que murieron dos trabajadores, será demolido parcialmente, dados los importantes daños que presenta su estructura.
Ha sido el propio alcalde madrileño, José Luis Martínez-Almeida, el que lo ha comunicado este lunes, indicando que la explosión en el edificio de General Pardiñas lo “desguazó prácticamente por dentro”.
Por este motivo, ha señalado, se estudia ya su “desmontaje parcial”, al tiempo en que se continúa trabajando para apuntalar diversas estructuras y asegurar las labores que se desarrollan en la zona.
El pasado sábado, Bomberos del Ayuntamiento de Madrid analizaban el edificio, consolidando los huecos de la fachada afectados. "Se sigue trabajando, se ha trabajado todo el fin de semana con las estructuras. Es cierto que quedó muy dañada la estructura. No se descarta, cuando menos, que haya que ir a un desmontaje parcial del mismo", ha explicado Almeida.
En paralelo, la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, ya apuntaba ayer que la situación del edificio de General Pardiñas es "propia de una quiebra", y que "probablemente esté a punto de declararse". Por eso, de igual modo apuntó a la posibilidad de que haya que derruir el inmueble para garantizar la seguridad de los colindantes.
La explosión en el barrio de Salamanca se produjo el pasado viernes, momento en que el estruendo sobrecogía a todos los vecinos y transeúntes de la zona, que corrieron en medio del pánico llegando incluso a pensar que podía tratarse de una bomba.
Dos personas murieron en el trágico suceso: dos operarios que “bajaron al patio interior a cerrar la llave del gas, ya que habían notado el olor”, según explicó el propio Almeida tras el suceso.
Ambos estaban llevando a cabo labores de fontanería en uno de los pisos, y la explosión acabó con sus vidas.
Además, 18 personas resultaron heridas, una de ellas de gravedad.