La doctora Ai Fen, la descubridora del SARS-CoV-2, es la protagonista de una rocambolesca y misteriosa historia. Tras ser una de las primeras en alertar en Wuhan sobre la propagación del nuevo coronavirus, se la dio por desaparecida y se especuló con que podría haber sido detenida por los autoridades chinas. Sin embargo, al parecer nunca dejó su puesto en el hospital en el que trabaja, sigue realizando sus labores en el centro y se encuentra en perfecto estado de salud, según ha descubierto Iker Jiménez en su programa de Youtube, 'La estirpe de los libres', tal y como recoge Ecoteuve.es.
El 18 de diciembre de 2019, Ai Fen se topó con un paciente con síntomas extraños, alguien procedente del mercado mayorista de mariscos de Wuhan. Al realizar la placa vio que había "sombras borrosas, irregulares, cubriendo ambos pulmones" y, "sorprendida", "marcó con el bolígrafo las letras SARS, síndrome respiratorio agudo, y las rodeó con un círculo", cuenta Jiménez.
La doctora mandó este informe de forma personal al oftalmólogo Li Wenliang, el médico que advirtió sobre la enfermedad y que se convirtió en un mártir para muchos al fallecer por coronavirus. Wenliang compartió dicha información en el grupo de WeChat de sus compañeros para advertir: "Ojo, que esto puede ser el inicio de un SARS nuevo". Los pacientes, todos con los mismos síntomas, se fueron acumulando los días posteriores en el hospital.
Fue entonces cuando Ai Fen acudió al staff del hospital para advertir de que había una enfermedad que se parecía al SARS y que según estaba comprobando se transmite indudablemente entre humanos. "Faltaba más de un mes para que la OMS y el gobierno chino asegurase eso", remarca Iker. Ai Fen se lleva entonces la primera gran reprimenda y le amenazaron con ser sancionada por difundir rumores.
El 20 de febrero empezaron a circular "rumores de que la profesora había muerto" en Weibo, el Twitter chino. El 10 de marzo Ai Fen "rompe su silencio porque lo que ve es imparable": "Vuelve a enfrentarse a los jefes y les dice que no se va a callar y que va a hacer una entrevista con la edición china de la revista People". En esa entrevista, Ai Fen contó que le "obligaron a callar" y que fue "reprendida por todos sus superiores al informar de una enfermedad nueva". "Nos han engañado, esto viene de antes, yo alerté y no me hicieron caso", dijo entonces.
La descubridora de la pandemia lo denunciaba, sus jefes la reprendían y el propio staff gubernamental la retenía. Fen llegó a decir que de haber actuado con rapidez en diciembre, ni China ni el mundo, hubieran tenido esta gran maldición. A las tres horas de su publicación, el artículo fue eliminado totalmente por el gobierno chino, aunque fue republicado de nuevo en internet de forma encriptada.
El 11 de marzo, Ai Fen desaparece. "Tenía una charla con otros doctores en el hospital y no apareció. Intentaron conectar con ella, pero no dio señales de vida", cuenta Jiménez. El 13 de abril, desde Reporteros sin fronteras se denuncia que esta mujer puede estar retenida o "apartada amablemente" y se afirma que Ai Fen avisó a su marido antes de desaparecer de que posiblemente tuvieraque hacerse cargo de su hijo.
Hasta aquí la historia oficial de la desaparición Ai Fen, algo que se contó en todos los medios del mundo. Sin embargo, y pese a que nadie la había vuelto a ver, sus redes sociales continúan activas en la actualidad con documentos gráficos posteriores a su desaparición, aunque su familia mantiene que están siendo manejadas por otras personas.
El Weibo de la doctora continúa activo y en una de las imágenes se ve a Ai Fen en el hospital, y al hacer zoom a una pantalla trasera se comprueba que la fecha que marca es 1 de abril de 2020, indica Jiménez. Todo da un 'vuelco' cuando los contactos del colaborador Javier Cantón en el ámbito de la virología en China revelan, "a través de una conversación de Whatssap", que la "profesora no está desaparecida, que está sana, que no tuvo coronavirus y que no ha sido confinada. Que son fake news".
"Sinceramente no puedo casi ni creérmelo cuando lo estamos descubriendo en tiempo real", dice Jiménez. "¿Cómo es que todos los medios del mundo dan por desaparecida y cómo es posible que prácticamente nadie ha reparado que hay documentos que son posteriores a su fecha de desaparición? Todos los intentos por hablar con ella han sido en vano, pero Ai Fen parece estar viva, parece no estar desaparecida, sino reaparecida y, según nos confirman, sigue sana y realizando sus labores dentro del mismo hospital" agrega.
"Seguro que fue reprendida, amonestada, pero parece que no desaparecida, como han dicho", prosigue Jiménez, que hace la siguiente reflexión: "¿Es una 'fake news'? ¿Y entonces qué significa? ¿Que la noticia se ha quedado ahí, en miles y en miles de noticias que se replican sobre la desaparecida y no es así? ¿Y si esto ocurre con la persona que denuncia la nueva enfermedad que no pasará con cualquier otra información?".