Después de unos dos meses confinados desde que se declarase el estado de alarma por la crisis del coronavirus, para algunas personas no está siendo fácil volver a salir a la calle. Más de la mitad de España ya se encuentra en fase 1, lo que supone que pueden ir a las terrazas o ver a sus amigos y familiares. Otros, podrán hacerlo el lunes; mientras que la Comunidad de Madrid y muchos de los territorios de Castilla y León tendrán que esperar al menos otra semana.
Queremos esa vuelta a la ‘nueva normalidad’, pero sentir confusión, estrés o ansiedad es completamente normal. Los cambios cuestan y que el virus persista es un añadido para muchos. En plena pandemia, tenemos que aprender a convivir cuidando las medidas básicas de prevención e higiene, pero sin olvidar nuestras emociones.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) enumera las principales emociones que podemos sentir en esta desescalada y, según describe en su propia web, podríamos reaccionar de las siguientes maneras:
• Con miedo y preocupación ante el proceso de desescalada, por un posible contagio, o por las consecuencias económicas de la crisis sanitaria, etc.
• Con ansiedad, estrés o, en casos extremos, pánico ante las posibles salidas diarias, las medidas higiénicas que conllevan, o ante la nueva reestructuración que implica el desconfinamiento en sí mismo.
• Con tristeza, pena, apatía o desmotivación ante las actividades cotidianas, las salidas diarias o la vuelta paulatina al trabajo.
• Con enfado, rabia o frustración generalizada, ante las autoridades, o ante las personas que uno tiene cerca, ya sea por la gestión de la crisis o lo que uno perciba como errores.
• Con desconcierto y confusión ante la vuelta a una normalidad indefinida, ante el paréntesis que el confinamiento ha impuesto en algunos aspectos de nuestras vidas, o por no saber en qué punto retomarla, etc.
Consejos para gestionar nuestras emociones
Estas emociones son necesarias y nos ayudan a protegernos en muchos casos. Pero debemos aprender a afrontarlas para recuperar nuestra normalidad. Por ello, y recordando la importancia de seguir las medidas de higiene, sugieren las siguientes ideas:
1. Para empezar, sigue tus propios tiempos y respeta tus necesidades.
2. Identifica tus miedos y preocupaciones. Cuestiónatelos con información y datos veraces y fiables. Para cualquier duda que te pueda surgir sobre las medidas a adoptar, recurre a fuentes de información oficiales como el Ministerio de Sanidad.
3. No reprimas tus emociones ni fuerces un estado emocional positivo. Desahógate y apóyate en tus allegados.
4. Mantén el contacto social y familiar. Aprovecha la tecnología o las redes sociales para llamar o conectarte.
5. Haz yoga, pilates o relajación. Si sientes especial ansiedad o estrés, además de desahogarte y apoyarte en sus allegados, puedes hacer ejercicio, incluso en casa. Otra opción es realizar actividades que te gusten y relajen, como cocinar o leer, por ejemplo.
6. Planifica tus salidas de forma progresiva, atendiendo a tus necesidades o tu situación. No es necesario salir cada día, ni llegar hasta el límite permitido. Si te encuentras ansioso o temeroso puedes comenzar por dar pequeños paseos por su zona e ir ampliándolos; o salir cuando haya menos gente en la calle.
7. Cuando lo necesites, busca ayuda profesional. Si el malestar, la ansiedad o el miedo persisten en el tiempo o interfieren en tu día a día, consulta con tu médico de familia o con un psicólogo.