Un año más, España sigue liderando la tasa de donaciones de órganos con respecto a todos los países de nuestro entorno y a nivel mundial. Se trata de un éxito que ha servido para que la ministra de Sanidad felicite a la Organización Nacional de Trasplantes aprovechando que este miércoles se celebra el Día Nacional del Trasplante.
Se trata de un gesto destacado del altruismo y solidaridad de la sociedad española de los que ciudadanos como Arnau y Sara se han podido beneficiar y recuperar las ganas de vivir y el contacto con sus familiares.
La historia de Arnau, es la de un niño que antes de aprender a hablar ya daba lecciones de supervivencia. Con solo 16 meses de vida se sometió a un trasplante de hígado. Su historia ha servido para protagonizar un cuento con final feliz, el de Liverito.
Arnau muestra satisfecho sus cicatrices a sus compañeros de clase que han querido aprovechar su vuelta a las aulas para mostrarle todo su amor y cariño. Todos son conscientes de que sin la solidaridad de un donante, Arnau no se habría salvado. Pero ahí está, celebrando la vuelta a clase con sus compañeros y profesores.
La alegría de Arnau es un estímulo para pacientes como Sara, víctima de una cardiopatía congénita que espera aislada en una habitación de hospital a un nuevo corazón que sustituya el suyo de piedra.