Gorgui llegó a España el 20 de agosto de 2017, fue un largo camino desde Senegal, y tras un tiempo en Madrid decidió instalarse en Gandía. En este municipio turístico ejerce la venta ambulante para sobrevivir, vive en una habitación dentro de una casa compartida. Como nos cuenta, es imposible alquilar una vivienda en su situación y es que Gorgui no tiene papeles. En esta habitación no vive solo, lo hace junto a su mujer y su hija, de tan solo siete meses. Hasta hace unos días, lo hacía de manera totalmente anónima, hoy es raro que sus vecinos no le paren por la calle para alabar su valentía. Gorgui escaló hasta el balcón de un edificio en llamas para salvar a Alex, un hombre con movilidad reducida que se encontraba dentro de la vivienda.
Ayer pudimos ver el reencuentro entre Alex y Gorgui, tras la hazaña de este jovencísimo senegalés. Alex contaba como intentó abrir subir la persiana y abrir la ventana pero sus problemas de movilidad se lo impedían. Fue entonces cuando Gorgui subió por la fachada, arrancó la persiana y le salvó. “Se merece todo”, decía ayer Alex, que añadía “todos deberíamos ser como él”. Gorgui no solo sacó a Alex de entre las llamas, también al perro que se encontraba en la vivienda.
Sus vecinos hoy le paran por la calle, “Estoy orgulloso de ser tu vecino, eres un héroe”, le dice uno de ellos. El dueño de uno de los bares de la zona lo admite, “yo no hubiese sido capaz arriesgar la vida por una persona que no conozco”, pero Gorgui lo hizo. Ahora, sus vecinos reclaman que él y su mujer, Ghana, puedan legalizar su situación. El alcalde de Denia, lugar donde ocurrieron los hechos, contaba que no pueden dejar pasar de largo el hecho de que salvó la vida a otro. El próximo día 20 le harán un pequeño homenaje en la localidad, y desde el Ayuntamiento ya se han puesto en contacto con las delegaciones pertinentes para ver si se puede legalizar su situación.
La petición llegaba hasta el ministro del interior, Fernando Grande-Marlaska, que no cerraba la puerta a una posible ayuda a Gorgui. “La aplicación de la ley es lo mejor, eso no quiere decir que no se tengan en cuenta criterios excepcionales, que la ley también prevé, y se apliquen los mismos”, señalaba Marlaska.
Por el momento, Gorgui continúa haciendo su trabajo cada día, junto a su mujer recorre los paseos de Gandía y de Denia vendiendo accesorios. Con un principio claro, “hacer lo correcto”, con una recomendación de sus vecinos, “mucha gente me dice que no cambie” y con una esperanza, que él y su mujer puedan legalizar su situación en España y vivir “una buena vida” junto a su hija.