Cristina Rodríguez Veloso, de 26 años, y su víctima, un vecino de Castelldefels, Barcelona, se conocieron a través de una aplicación de citas y el hombre se trasladó a Galicia para conocerla. A pesar de que ella mantenía haber encontrado al hombre muerto y, por los nervios, haberlo quemado y descuartizado, recientemente ha salido a la luz que la pareja estaba discutiendo por una cafetera cuando ella presuntamente lo mató.
Los hechos se conocieron en el mes de agosto de 2021, cuando José María, un vecino de Castelldefels de 53 años, conoció a Cristina, una chica gallega de 26 años, a través de una aplicación de citas por internet. José María estaba jubilado de manera anticipada por una discapacidad y decidió ir a visitar a la mujer a Cortegada, un pequeño municipio cerca de Ourense tan solo 10 días después de comenzar a hablar con ella, según explican en El Caso.
El hombre se trasladó a Cortegada para verse en persona y después él se quedó a vivir en el domicilio. Según el relato de la acusada, la convivencia no fue como ella esperaba pues él se pasaba el día jugando a videojuegos y era muy posesivo. Así pues, según explica Caso Abierto, ella se fue desenamorando de él, pero él cada vez quería más a Cristina. La joven le pidió en varias ocasiones que se fuera de casa, pero él no lo hizo. Finalmente, el detonante fue una discusión por la compra de una cafetera.
Ante esta situación, Cristina Rodríguez habría drogado al hombre poniéndole tranquilizantes en el café y después lo asfixió con un cojín. El cuerpo de la víctima permaneció hasta cinco días en su vivienda, cuando lo descuartizó, lo quemó y escondió sus restos en diferentes puntos de los alrededores de su casa.
Rodríguez afirmó en una consulta psiquiátrica en el Complejo Hospitalario Universitario de Orense (CHUO) que el hombre había muerto de forma natural y que se había puesto muy nerviosa y había decidido después quemar el cuerpo y enterrarlo en las inmediaciones de su casa. Sin embargo, el hallazgo de un pie en la zona obligó a la acusada a cambiar la versión de los hechos y confesar haber quemado y descuartizado el cuerpo.
Esta nueva confesión invalida todas las anteriores en las que declaraba no haber matado al hombre, sino que lo habría encontrado muerto en su casa y que, por los nervios, decidió ocultarlo. El hombre habría viajado hasta Galicia el día 20 de agosto de 2021, mientras que la fecha del suceso se situaría en la noche del 23 al 24 de ese mismo mes.