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La Guardia Civil ha detenido en Melilla a un hombre de 59 años y a su hijo de 21 como presuntos autores de un delito de asesinato u homicidio en grado de tentativa, con el resultado de lesiones muy graves para la víctima. Los dos hombres llevaban mes y medio ocultos para evadir su arresto.
Ambos fueron detenidos el lunes en un amplio despliegue policial que incluyó un helicóptero por su perfil "extremadamente peligroso". Ahora se encuentran en prisión provisional tras pasar a disposición judicial, acusados también de los delitos de tráfico de drogas, atentado a agente de la autoridad y desobediencia grave a los mismo en el desempeño de sus funciones.
En una nota de prensa, la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla ha informado de que los hechos que se les imputa ocurrieron el 9 de diciembre de 2021 cuando un hombre sufrió una agresión con arma blanca por dos individuos cerca de la frontera con Marruecos, en el conocido como Barrio Chino.
Ese día, sobre las 15.00 horas, la Central Operativa de Servicios de la Comandancia de Melilla recibió una llamada de un ciudadano alertando de un apuñalamiento con arma blanca. Los atacantes usaron un cortacañas y un rastrillo de cuatro puntas contra su víctima.
La magnitud de las lesiones llevó a los agentes a temer por su vida, por lo que tuvo que ser intervenido de urgencia en el Hospital Comarcal "dadas las graves lesiones producidas con saña y virulencia con armas blancas de grandes dimensiones", explicó la Guardia Civil en una nota de prensa.
Esta agresión estaba relacionada con el tráfico de drogas en el perímetro fronterizo. Los posibles autores de la agresión fueron identificados y buscados en un barrio del extrarradio de Melilla, uno de los cuales huyó en un vehículo al ser localizado.
Uno de los agresores fue localizado por los agentes de la Guardia Civil en el momento en que conducía un vehículo. Cuando le dieron el alto para identificarlo, el hombre aceleró y en su huida arrastró varios metros a un efectivo del Instituto Armado y trató de atropellar a otro que se interpuso para evitar su huida, relatan en El Faro de Melilla.
Los dos supuestos agresores han permanecido ocultos desde entonces. La Policía Judicial los ha estado buscando desde entonces, una tarea laboriosa ya que los hombres adoptaron muchas medidas y era imposible verles juntos. Sin embargo, el pasado lunes fueron localizados en una vivienda en el barrio de Cabrerizas.
La Guardia Civil organizó un amplio despliegue y, aunque el hijo logró llegar a la azotea y saltar a una vivienda cercana, pudo ser reducido y detenido.