Cinco miembros de 'Dominican Don't Play' (DDP) han sido detenidos por tratar de matar a un hombre a machetazos como consecuencia de la rivalidad entre bandas latinas en la localidad de Seseña, en Toledo, el 20 de abril. La Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación en el marco de la investigación 'Coyote'.
Los hechos ocurrieron el 20 de abril, en la urbanización 'El Quiñón' de la localidad de Seseña (Toledo), cuando los detenidos -miembros de la banda latina 'Dominican Don't Play' (DDP- abordaron a la víctima de forma premeditada y repentina, provocándole lesiones muy graves al hacer uso de machetes de grandes dimensiones y otras armas blancas.
El agredido tuvo que ser trasladado al hospital Virgen de la Salud de Toledo con pronóstico crítico, ha informado la Guardia Civil en nota de prensa.
La operación ha sido llevada a cabo por el Grupo de Información de la Comandancia de la Guardia Civil de Toledo, con el apoyo de la Unidad Central Especial Número 3 de la Jefatura de Información y varias unidades de la Comandancia de Toledo. Estas investigaciones han sido dirigidas por el Juzgado de Instrucción número 7 de la localidad de Illescas (Toledo).
Los presuntos autores actuaban en Seseña y localidades próximas, quedando acreditada su relación con la delincuencia común, principalmente en la comisión de delitos contra las personas, contra la salud pública y contra el patrimonio.
Así habrían provocado enfrentamientos sumamente violentos contra miembros de bandas rivales asentadas en localidades próximas a Seseña (Toledo) y del sur de Madrid, con el fin de vengar las disputas anteriores y hacerse con el control de las zonas donde pretendían implantarse.
Esta banda, al igual que otras semejantes, aspira a controlar determinados espacios geográficos, por lo que se han ido estableciendo en diversas regiones del país mediante la formación de grupos territoriales que ellos denominan "bloques", "clicas" o "capítulos".
Por lo general, estas bandas juveniles violentas son grupos organizados con una fuerte jerarquía y donde cada uno de sus miembros tiene una función definida. En muchas de estas bandas juveniles participan menores de edad a los que inducen, en muchos de los casos, a abandonar sus domicilios familiares y cometer actividades ilícitas como medio de financiación de la banda.