Un local sin nombre, cerrado a cal y canto y en el que el único cartel que se lee hoy es un insulto. Aquí estaba la sede de la supuesta organización, un entramado empresarial de unos 40 trabajadores que se sostenía gracias al dinero recaudado con campañas solidarias y con la venta de productos en comercios.
Fue así como hace un año saltó la alarma y la Asociación de Padres de Niños Oncológicos de Aragón (ASPANOA) denunció el caso ante la Fiscalía. A través de la página web animaban a colaborar para luchar contra el cáncer infantil.
El supuesto cabecilla, ahora en prisión, llevaba una vida de lujo con vehículos de alta gama, comidas asiduas en conocidos restaurantes y varias propiedades. Mediante técnicas comerciales, a través de llamadas telefónicas, voluntarios a pie de calle y actos diversos, recababan fondos de donantes particulares, hasta llegar a amasar 5 millones de euros en 5 años. Ahora hay 5 personas detenidas, acusadas de estafa y organización criminal.
Los agentes, pertenecientes a la Brigada Regional de Policía Judicial de Zaragoza, han procedido al bloqueo cautelar de un apartamento en la playa, de un chalet en la montaña, de un piso en la capital aragones, cuentas bancarias y diez vehículos, entre ellos cuatro de alta gama (BMW, Jaguar y Jeep).
Asimismo, se ha intervenido un vehículo BMW del cabecilla de la organización y un Toyota Corola, todos ellos usados a modo particular de la familia del principal investigado, y que se había pagado con fondos procedentes de las donaciones.