El empleado del servicio de lavandería del Hospital de Alcorcón que intentó asfixiar a una paciente de 82 años ingresada en traumatología permanecerá en prisión comunicada sin fianza. Lo ha ordenado el J uzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Alcorcón tras el incidente que pudo terminar en tragedia.
Por suerte la compañera de habitación de la anciana agredida pidió ayuda al despertarse y ver lo que estaba ocurriendo. El detenido, identificado como Juan José F.G ya estranguló a otras dos personas anteriormente. Se ha decretado para él prisión comunicada sin fianza, aunque la cárcel tendrá que tener un centro psiquiátrico.
El Juan José F.G de 49 años ya fue detenido por estrangular en 1997 a una anciana de 82 años en el Hospital Clínico, de Madrid y posteriormente asfixió a un recluso mientras estaba en prisión. Ahora está detenido por la supuesta comisión de un delito de homicidio intentado agravado con la especial vulnerabilidad de la víctima.
El empleado de la lavandería fue pillado in fraganti por la compañera de habitación de la víctima el pasado sábado a primera hora de la mañana. A los gritos de la mujer acudieron otros empleados del hospital. El detenido estaba intentando asfixiar a la mujer con la almohada. Una enfermera auxilió a la mujer.
El hombre intentó huir pero fue retenido por los empleados que llamaron a seguridad y a la Policía. En primera instancia, el acusado, que padece esquizofrenia, negó los hechos. Luego admitió haber colocado la almohada sobre la cara de la mujer de 82 años.
El detenido ya estranguló a dos personas antes de la misma forma hace 22 años. Una de ellas, también era una anciana de 82 años contra la que hizo lo mismo que intentó repetir. La Audiencia Provincial de Madrid decretó su ingreso en un centro psiquiátrico al quedar constatado su trastorno mental por un periodo no superior a 20 años.
Juan José F.G también mató a su compañero de reclusión de la misma manera. Ahora 20 años después lo ha vuelto a intentar en el hospital de Alcorcón, donde trabajaba en la lavandería.
Fuentes del Hospital de Alcorcón han dicho a Europa Press que no pueden hablar del caso "al estar bajo investigación judicial", y han afirmado que no hay nada que apunte a que pudiera haber habido otros casos en el propio centro.
"No hay pruebas que permitan concluir que el criminal intentase acabar con la vida de más pacientes en el centro sanitario", han aseverado.
Juan José asesinó hace 22 años a la madre de Paloma, la primera víctima del presunto asesino. Esta mujer, que vuelve a revivir una tragedia personal tras más de dos décadas, ha hablado para Cuatro al día y ha denunciado la facilidad que ha tenido el acusado para volver a trabajar en un hospital, donde acabó con la vida de su progenitora.
“Fue sorprendente. Nos llamaron y nos dijeron que mi madre había fallecido. Al llegar al hospital, fue una sorpresa, nosotros pensábamos que había sido una muerte natural. No entendía que pasaba. Me senté y me dijeron que había entrado un señor, que fue quien le quitó la vida a mi madre. Las personas que acuden al hospital son personas indefensas que tienen que tener los medios para evitar estos casos. Si un hospital no tiene seguridad, qué se puede esperar”, señala Paloma, que recuerda los momentos en los que se enteró del fallecimiento de su madre.
“No nos dieron buenas explicaciones. Sabíamos que le habían llevado detenido a la Comisaría Rey Francisco. Fuimos allí a tratar de enterarnos de lo que había pasado. Allí conocimos a su madre, que estaba muy nerviosa. Decía que su hijo salía todas las mañanas con una bolsa en la que llevaba, entre otras cosas, navajas. Cuando fuimos a abandonar la comisaría nos dijeron que había que proteger al hombre, algo que no entendía”, añade.
Ante un nuevo crimen perpetrado por el acusado, la mujer no entiende el trato que ha recibido durante este tiempo. “No he sentido sorpresa. Era algo que lo estábamos esperando. De hecho, salí en muchos medios criticando este caso para evitar que volviera a pasar. Este señor disfruta matando, su trabajo es matar. Hemos intentado demostrar que no puede estar libre. Si este señor está enfermo mental, no puede estar en un sitio de libre acceso a todo el mundo. Trató de matar a un chico con una barra, y el joven no quería salir por estar aterrorizado. Dicen que no tiene consciencia, pero una vez ha matado, se ducha y se cambia para parecer limpio. Si eso no es ser consciente no sé qué es”, comenta.
“No sabíamos que trabajaba en un hospital. No entiendo cómo un señor de estas características puede ser contratado de nuevo para trabajar en un hospital. Si llego a saber antes que estaba trabajando en el hospital, hago una manifestación con todas las personas que han vivido este caso”, señala Paloma al ser preguntada por si sabía con anterioridad que el acusado había vuelto a trabajar en un centro hospitalario.
“Los padres de este hombre no han entendido que es un peligro para la sociedad. No puede estar suelto. Las personas mayores con problemas para moverse tienen que ir a sitios especiales. Este hombre debería ir a un centro especial para él, no puede estar en la sociedad porque no acepta las normas”, asegura.
“Hemos ido sobreviviendo. La historia demuestra que a todo el mundo le toca una cruz pesada. La capacidad de las personas está en seguir adelante. Eso lo hemos conseguido. Pero tenemos mucha rabia porque este hecho, que nos arruinó, no ha servido para nada. No sé cómo ha vuelto a trabajar en un hospital. Ha intentado matar a esta mujer a la edad con la que asesinó a mi madre”, señala.