Este jueves una mujer ingresaba en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid tras sufrir una agresión a manos de su marido. El hombre fue detenido por las autoridades, acusado de un delito continuado de malos tratos y otro contra la salud publica tras utilizar la sumisión química para drogar a su pareja y anular su voluntad.
Los hechos ocurrieron en una vivienda de Villaverde. Fue un vecino el que dio la voz de alarma al escuchar ruidos y voces en uno de los pisos. Al llegar las autoridades, se encontraron a la mujer indispuesta y muy mareada en el domicilio.
La mujer confirmó a los servicios de emergencias que su marido la maltrataba de manera continuada. Además, aseguró que le echaba una sustancia en las comidas para anular su voluntad y por eso se encontraba mareada.
La policía procedió a la detención del marido, acusado de un delito continuado de malos tratos y otro contra la salud pública. La mujer por su parte fue trasladada al Hospital Gregorio Marañón de Madrid, donde ya ha sido dada de alta.
Este es el primer caso de violencia de género en el que concurre como agravante la sumisión química.
La sumisión química es el uso de sustancias con efectos psicoactivos para cometer abusos sexuales. En España, una de cada tres agresiones sexuales en los últimos cinco años se ha producido bajo los efectos de las drogas o del alcohol, según el Ministerio de Justicia.
Existen dos tipos de sumisión química: la oportunista, en la que el agresor aprovecha la falta de voluntad porque la víctima ha consumido algún tipo de sustancia; y la premeditada, en la que es el propio agresor el que la proporciona.
La burundanga es la sustancia más conocida popularmente por su capacidad para provocar la pérdida de consciencia en quien la ingiere, habitualmente mujeres que lo hacen involuntariamente y que son después víctimas de agresiones sexuales.