La ciudadanía española se volcó por completo en la búsqueda de justicia tras el asesinato de Samuel, el joven de A Coruña que recibió una paliza que acabó con su vida el pasado 3 de julio. Una auténtica manada le persiguió durante 200 metros para acabar con su vida.
España entera y más en concreto en Galicia, se realizaron multitud de homenajes y manifestaciones en su honor. Tres jóvenes han sido detenidos y dos menores han ingresado en un centro de menores a la espera de la resolución judicial. Este jueves, el altar realizado en la Avenida de Buenos Aires, la calle en la que falleció el joven, ha sido destrozado.
Ha sido un usuario de Twitter el que ha denunciado que alguien había "destrozado el altar de Samuel en Coruña", adjuntando una imagen de lo sucedido en las redes sociales. El homenaje improvisado para el joven lo habían ido realizando entre varias personas que quisieron mostrarle su apoyo.
Desde el momento en el que se confirmó el fallecimiento de Samuel, el lugar de los hechos se llenó de velas, flores, peluches y frases. 4.000 personas hoy se han manifestado en Cataluña para denunciar los ataques a la Comunidad LGTBI.
La autopsia revelaría que Samuel recibió golpes y patadas en boca, nariz y oreja y que tenía un golpe de 10 centímetros en la cabeza. También indica que fue fuertemente agarrado por el cuello en repetidas ocasiones por la técnica del mataleón.
Pero también la muerte de Samuel enseñó la mejor cara del ser humano, como la que mostraron esos dos senegaleses que arriesgaron su vida para intentar salvarle, sin éxito. Han recibido su premio por ello, es la cara de la humanidad enfrente de los inhumanos que quieren mancillar el nombre de Samuel, y sus sentimientos, una vez muerto.