La atleta española Desirée Vila tiene claro que no renuncia a nada en los Juegos Paralímpicos de Tokio del verano que viene, pero que su principal objetivo es ahora "intentar ganar una medalla" en el Europeo de Atletismo Paralímpico que se está disputando en Polonia, aunque el tener ya su billete le permite "enfocar todo el esfuerzo y la motivación en hacerlo lo mejor posible" en la capital japonesa.
La gallega, amputada de su pierna derecha, buscará este jueves su primera gran medalla internacional en el salto de longitud de la clase T63, semanas después de lograr la mínima 'A' para estar en la capital japonesa con un espectacular salto de 4,17 metros en el Mítin de Basauri (Vizcaya), cuarto mejor marca mundial y que es un estímulo para intentar pelear por el podio en Japón, aunque ella prefiere ir paso a paso.
"De momento estoy pensando en este Europeo, que sí que voy a intentar ir a por medalla. Los Juegos no son lo mismo porque allí las japonesas van a ser duras y hay una australiana que también, y es más complicado, pero vamos a intentar ir a por medalla también, por supuesto", señaló Vila a Europa Press antes de partir hacia la cita continental.
En Polonia quiere "ver cómo están en cuanto a marcas" sus principales rivales continentales. "No ha habido muchas competiciones y no sabemos como están en cuanto a ránking", advirtió la gallega, que llega a la cita continental con el aval de su gran salto.
"Desde luego", expresó sonriente preguntada por si había sido una liberación el conseguir la mínima 'A'. "La marca la tienes que hacer y una vez lograda, ahora ya sólo tienes que enfocar todo el esfuerzo y la motivación en hacerlo lo mejor posible en los Juegos", añadió.
Vila ya había saltado por encima de los cuatro metros en una prueba en Italia. "Pero este año hemos tenido mala suerte con el clima y no fue válido por el viento. En Basauri lo primero que hice es ver si lo era y luego celebrarlo. Me quedaban todavía cuatro saltos y quería estar concentrada hasta que terminase la competición y ya luego cuando volví a Madrid fue cuando todo el mundo empezó a darme la enhorabuena y ya te empiezas a creer que vas a los Juegos", subrayó.
Además, confiesa que, "personalmente", le vino "bien" el aplazamiento un año de los Juegos porque entonces estaba "lesionada" y porque tener un año más le da "todavía margen de mejora" porque prácticamente acaba de empezar. "Mentalmente ha costado preparar un año entero a nivel de competición y entrenamiento, y más con esta situación con la pandemia, pero al final el trabajo ha tenido su recompensa", apuntó.
Lleva sus incansables ganas de vivir tatuadas en su pierna de carbono. "Vale más las ganas que tú tienes de hacer cosas que la discapacidad que tengas". La suya la acompaña desde los 15 años, cuando una fatal negligencia médica truncó su carrera de gimnasta. "Fue muy duro verme sin una pierna, pensaba que habría muchas cosas que ya no íbamos a poder hacer". Pero pudo intentarlo y así consiguió volver a correr, a montar en bici, a nadar en la playa. "Yo puedo mojar la prótesis, montar en bici, puedo patinar....puedo hacer prácticamente de todo y hay mucha gente que si no lo hubiese visto en mi canal no se hubiese planteado nunca que una persona con una discapacidad tiene una vida tan plena. Una vida repleta de deporte y de humor".
La pontevedresa opina también que en España se ha avanzado en los temas de discapacidad. "Desde luego que sí. Tenemos un gran equipo con nuestro presidente (Miguel Carballeda) que está involucrado con el deporte y con empresas que apoyan el deporte femenino y con discapacidad porque esas ayudas hacen que sea más fácil", advirtió.
"Pero todavía no es sencillo. El material deportivo es muy caro, no hay tantas oportunidades ni tantas becas y aún no está tan visibilizado, pero soy optimista de cara al futuro porque creo que esto va a más. A mí me han dado todas las oportunidades posibles y ojalá que para las que vengan detrás sea incluso más sencillo", añadió.
Un ejemplo de cómo mostrar la discapacidad con naturalidad. "Yo las diseño, me gusta ponerlas con brilli brillo, roja en navidad, azul en verano". Unas prótesis especiales que cuestan 20.000 euros y que
que la han ayudado a profesionalizarse como atleta en salto de longitud, la disciplina en la que representará a España en los Paralimpicos de Tokio.
Desirée Vila realizó estas declaraciones tras participar en un acto organizado por Iberdrola con deportistas olímpicas y paralímpicas a las que da su apoyo la energética como Carolina Marín, Teresa Portela, Sandra Sánchez o las también paralímpicas Eva Moral y Loida Zabala.
"Para mí, formar parte de esta familia es un orgullo porque me doy cuenta de que no estás solo. El día a día de un deportista es muy duro y de mucho sacrificio, y viendo a todas estas grandes deportistas te das cuenta que todo ese trabajo tiene su recompensa. Quiero fijarme en ellas e intentar llegar a lo que han llegado y compartir sus éxitos también", admitió la atleta gallega.