Un pequeño accidente doméstico como fue rociarse un poco de perfume en el ojo, le llevó a esta británica, Carol Player de 56 años, a descubrir que tenía cáncer en el ojo, concretamente un melanoma ocular.
Carol se estaba preparando para salir y después de vestirse se echó un poco de perfume, como era habitual en su rutina de aseo, pero ese día no apuntó correctamente y le cayó un poco de la loción en el ojo. Además del escozor en el ojo, la mujer perdió parcialmente la vista, así que decidió ir al médico, donde poco después le diagnosticaron un melanoma ocular.
En declaraciones de la mujer en el DailyMail, pocos días después de diagnosticarle le quitaron el ojo: “Entonces me dijeron que no se necesitaba otro tratamiento”
Esto sucedió hace 5 años, pero a finales del 2019 los médicos del hospital de Liverpool descubrieron unas manchas cancerosas en su hígado. Después de eliminar parte de este, el problema no se solucionó, así que Carol comenzó a participar en las pruebas experimentales de un nuevo fármaco que se ofrecían de forma gratuita, pero la llegada del COVID-19 hizo que el programa se cancelase.
Ahora Carol y su familia luchan por encontrar financiación para recibir el tratamiento que le puede salvar la vida, incluso han abierto un portal de GoFundMe para poder conseguir las 160.000 libras que necesitan.