Dos elementos añaden incertidumbre a la desaparición de Blanca Fernández Ochoa. El primero es su trastorno bipolar que puede haber provocado una desorientación en la esquiadora más famosa de España. Esta es una enfermedad mental que causa cambios extremos en el estado de ánimo que comprenden altos emocionales (manía o hipomanía) y bajos emocionales (depresión).
Los más cercanos a Blanca reconocen que ella la sufría y que en estos momentos vivía con su hermana. No acababa de superar una dura separación, un golpe duro en su vida aunque se hubiera producido hace diez años. El cariño de la gente y de su pueblo hacia Blanca, toda una figura de nuestro deporte, lo demuestra el hecho de cómo se han volcado los voluntarios en su búsqueda. Dolores Fernández Ochoa, hermana de Blanca, ha dado las gracias porque "todo el mundo está volcado, es muy emotivo". La familia cree que Blanca ha podido sufrir un accidente cuando iba a hacer senderismo. Más de 300 efectivos y tres helicópteros están buscando a Blanca. Las autoridades ya han dejado claro que no vayan más.
Blanca no se llevó el móvil en su escapada al monte. Según fuentes cercanas a Fernández Ochoa, la exesquiadora comunicó a su hija Olivia, que estaba pasando unos días en Murcia, que se iba unos cuatro días a caminar, cosa que hacía en solitario de vez en cuando, por eso se dio la alarma de su desaparición más tarde.
La familia de Blanca Fernández Ochoa asegura que no hay "indicios nuevos" y sigue barajando que sufrió "un accidente". Así lo ha manifestado Adrián Federighi, cuñado de Fernández Ochoa que ha ejercido de portavoz de la familia frente a los medios de comunicación antes de comenzar de nuevo las labores de búsqueda de la deportista. Federighi ha afirmado que cada día que pasa están más preocupado" pero que hoy se va a movilizar "mucha gente" para localizarla o encontrar algún indicio.
"Hasta ahora se han peinado muchas zonas con helicópteros y ha habido profesionales peinando el monte y no ha habido ningún indicio de dónde está", ha apuntado. En este sentido, ha explicado que hoy colaborarán en las labores de búsqueda tanto voluntarios como vecinos de Cercedilla que ya están preparados con "mochilas y bastones para salir a caminar el monte".
Pese a ello, ha mantenido que no hay "ninguna novedad" aunque los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado continuarán con las labores de búsqueda. En relación a la causa de la desaparición de la deportista, el portavoz y familiar ha señalado que "no hay ninguna razón" para pensar que no ha sido un accidente.
Además, y en cuanto a si existen imágenes de ella el día de su desaparición dentro de un supermercado, ha afirmado sobre este asunto que es una información que ha recibido la familia y que Fernández Ochoa no salió de forma "improvisada" a la montaña sino que se fue con víveres, mochila y la ropa adecuada. En este sentido también se ha expresado la hermana de la exesquiadora, Isabel Fernández Ochoa, que se ha mostrado "emocionada" con las "muestras de cariño" que han recibido. "Estamos todos esperanzados, esperemos que la encontremos aunque sea accidentada", ha señalado, a lo que ha añadido que su hermana estaba "fenomenal" en los últimos meses.
La familia ha desmentido que Blanca sacara dinero de su cuenta bancaria y asegura que "estaba peleada con los bancos" y no tenía cuenta. Niegan también que Blanca tuviera un segundo teléfono móvil. "Ojalá tuviera un segundo teléfono móvil y lo tuviera encima", han señalado ante la prensa.
Fernández Ochoa ha estado casada dos veces. Lo hizo en 1991 con el italiano Danielle Fioretto, al que había conocido con tan solo 14 años. El divorcio llegó en 1994. La segunda pareja de Fernández Ochoa fue David Fresneda, propietario de una escuela de buceo en Cabo de Palos (Murcia). De esta unión nacieron Olivia, en 1999, y David en 2000. La pareja se divorció en 2007, en una separación no amistosa y bastante tormentosa.