Desde 2004 se ha celebrado el primer jueves de octubre el Día Europeo de la Depresión, una celebración propuesta por la Asociación Europea para la Depresión (EDA), en virtud de que solo en Europa existen 30 millones de pacientes mentales con depresión crónica y se estima que en todo el mundo existe un total de 350 millones de casos.
La depresión se trata de un trastorno mental, manifestado a través de sentimientos prolongados de tristeza, ira o frustración, así como por la falta de motivación e interés para afrontar la vida diaria. España es uno de los países europeos con la tasa más alta de personas que la padecen.
A pesar de ello, sigue siendo un tema tabú que muchas veces no se trata llegando a haber un 50% de personas sin diagnosticar; esto puede poner en riesgo la salud general porque la depresión puede causar hasta una veintena de enfermedades físicas.
Un nuevo estudio ha evaluado los factores de riesgo genético del trastorno depresivo en relación con más de 900 enfermedades. La conclusión es que tener una depresión no siempre es consecuencia de una enfermedad grave, sino que puede ser precisamente al contrario. Es decir, que la depresión origine otros problemas de salud.
"Los datos muestran que las personas que viven con enfermedades mentales graves, como la depresión, tienen tasas mucho más altas de enfermedad física que las de la población general", afirma Anwar Mulugeta, investigador de la Universidad de Australia del Sur.
Concretamente, el trastorno depresivo se ha identificado como una causa genética de 20 enfermedades distintas, proporcionando información vital para ayudar a detectar y manejar altas tasas de enfermedades físicas en personas diagnosticadas con depresión.
Un estudio de la Universidad del Sur de Australia encontró una relación causal entre la depresión y varias enfermedades respiratorias, cardíacas y digestivas como son:
"Esta investigación pone fin al enigma del 'huevo y la gallina' y demuestra que la depresión causa enfermedades, y no solo al revés", señala el investigador.
Este estudio es el primero que utiliza un método con datos genéticos para explorar asociaciones causales entre un factor de riesgo (depresión) y una variedad de resultados de la enfermedad. Los investigadores evaluaron datos de 337.536 personas.
"Hoy, se estima que casi la mitad de la población experimenta una alteración en la salud mental en su vida", dice la profesora Elina Hyppönen , directora del Centro Australiano para la Salud de Precisión, de la Universidad de Sur de Australia.
Hyppönen señala que" comprender las conexiones entre la depresión y otras enfermedades es fundamental para garantizar que las personas con depresión reciban el apoyo que necesitan. Cuanto más podamos ver al paciente individual, mejores serán sus resultados".
Entre las consecuencias derivadas de la depresión se encuentran el incremento en la morbilidad y mortalidad; el riesgo de suicidio; la discapacidad prolongada y el deterioro funcional y social; y la carga económica.
Los pacientes con depresión tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares (accidente cerebrovascular e infarto agudo de miocardio), diabetes, otros trastornos psiquiátricos y ser consumidores de drogas.
El suicidio se relaciona con una gran variedad de trastornos mentales graves y, en el caso de la depresión, el riesgo es 21 veces superior a la población general. La tasa de prevalencia del suicidio en España está en el entorno del 6,5-7 por 100.000 habitantes. Esto significa cerca de 10 muertes por suicidio cada día, la primera causa de muerte no natural.
Además, la depresión está asociada a un nivel significativo de discapacidad, con implicaciones sustanciales en la calidad de vida de estos pacientes y en su entorno familiar, laboral y social. Según un estudio de la OMS, las tasas de discapacidad asociadas con la depresión son aún mayores que las producidas por otras enfermedades crónicas como la hipertensión, diabetes, artritis y el dolor de espalda.