Durante la jornada de hoy se ha celebrado la última sesión del juicio por el `Caso Arandina´. En ella los acusados han usado su último turno de palabra, al que tenían derecho, para reiterar una vez más su inocencia. Algo que han vuelto a hacer ante las cámaras a la salida de la sesión.
Por primera vez los acusados llegaban juntos a la entrada de los juzgados, hasta ahora siempre habían llegado por separado. Lo hacían entre gritos de “Yo si te creo”, que proferían varias personas en señal de apoyo a la víctima. También ha sido el día en el que más han hablado con los medios, especialmente Carlos Cuadrado, para el que se piden 39 años de prisión.
Carlos Cuadrado, también conocido como `Lucho´ hablaba en dos ocasiones ante las cámaras de distintos medios. La primera era a la salida de los juzgados. Decía que quería “dejar claro que estos dos años y los tres meses que permanecimos en prisión han sido un infierno para nosotros, que lo único que pedimos, al igual que pedimos justicia para la gente que es culpable también la pedimos para la gente que es inocente, que en este caso que somos nosotros”.
Añadía que ahora son el jurado y el tribunal los que tienen que decidir y que “decidirá lo que decidirá, pero nosotros nos mantenemos en nuestra inocencia”. Además, ponía el foco sobre un tema controvertido, las denuncias falsas, “Esperamos que la gente se empiece a dar cuenta de que hay que apoyar también, en este caso, denuncias falsas”. Según los datos oficiales las condenas por denuncias falsas en los casos contra la libertad sexual y violencia de género desde 2009 hasta 2018 representan un 0.0069% del total de las presentadas.
En la segunda ocasión se ha extendido más y ha reiterado esta idea del “infierno” que él y los otros dos acusados han vivido desde que la niña de 15 años decidiese denunciar el 12 de diciembre de 2017, 18 días después de que ocurriesen los hechos. Cuadrado decía que se sentía “tranquilo después de estos siete días de infierno, de tener que estar escuchando muchas mentiras”.
Lucho admitía que la gente de su entorno ha desconfiado de su inocencia y de la de sus compañeros. “Lo difícil que es para nosotros que gente de nuestro entorno dude de nuestra palabra”. Sobre si confía en que la absolución se muestra prudente, “también estábamos confiados hace dos años y estuvimos tres meses en prisión”, apunta.
Raúl Calvo parecía hoy el más afectado, de hecho cada vez que ha comparecido ha sido su abogada la que finalmente ha hablado por él, lo que ha ocurrido en tres ocasiones diferentes. Sobre sus últimas palabras del procedimiento decía a la salida de la sesión “que soy inocente, que se haga justicia”. Además, le preguntaban si se había quitado un peso de encima, algo que confirmaba. Sin embargo, miraba a la letrada en busca de apoyo, que ha dicho por él “Está muy nervioso, se ha tenido que salir del juicio porque no podía parar de llorar”.
Se piden para este acusado 40 años de prisión, la mayor pena solicitada, se le acusa de un delito continuado, ya que la denunciante confirmó que le había agredido sexualmente en dos ocasiones. En la segunda ocasión Calvo decía que se sentía “inocente” y reiteraba esa idea de que “se haga justicia”. De nuevo, mirada a su abogada y palabras en su nombre, “es inocente, está hecho polvo, le han destrozado la vida, y esperamos que no se la sigan destrozando más”. Tercer gancho para Raúl a su llegada al hotel, decía que estaba “un poco afectado” y de nuevo la defensa salía en su ayuda.
Víctor Rodríguez, conocido por muchos como `Viti´, ha sido el más breve en sus declaraciones y solo ponía el foco sobre la menor a la que presuntamente agredieron los tres exjugadores del Arandina, decía que “si no hubiera entrado en casa no hubiera pasado nada de esto seguro”. Se refería a la víctima, que tras los hechos sufrió un trastorno ansioso depresivo, como han confirmado diferentes profesionales en la sala durante estos días de juicio.
El caso ha quedado hoy visto para sentencia, para los acusados se piden 40 años en el caso de Raúl Calvo y 39 para Carlos Cuadrado y Víctor Rodríguez. Los acusados no solo niegan la agresión sexual, además niegan cualquier tipo de relación sexual con la víctima, ya que de no ser así serían culpables ya que el consentimiento de la victima no tiene valor, al ser menor de 16 años. La edad ha sido otro de los temas más controvertidos del procedimiento, los acusados dicen que no sabían la edad pero la víctima lo desmiente. Según su testimonio se lo dijo en dos ocasiones, mediante redes sociales y en un bar. Algo que además podrían confirmar unos mensajes que se intercambiaron dos de los acusados en un grupo de amigos, en el que se hablaba de que la niña tenía 15 años. En este mismo grupo de Whatsapp se confirmaba que habían tenido relaciones sexuales con la menor, algo que ellos calificaban en la sesión de "una broma".