Logroño registró la pasada madrugada su segundo gran botellón de las fiestas de San Mateo, con una asistencia que prácticamente cuadriplicó la del día anterior, con lo que se congregaron en el parque del Ebro alrededor de 4.000 jóvenes.
Según han explicado fuentes del Ayuntamiento de Logroño a EFE, la noche se ha saldado sin incidentes y sin intervención del dispositivo policial que ha vigilado el botellón durante la madrugada, compuesto por patrullas de la Policía Local y de la Policía Nacional en el control de accesos a la zona.
El tramo del parque del Ebro en el que se producen estas concentraciones de jóvenes desde hace meses se sitúa cerca de una de las zonas que concentra más bares y locales de ocio de la ciudad, con permiso para permanecer abiertos hasta las dos de la madrugada.
Pero este sábado, en el día de comienzo de las fiestas de San Mateo, la zona concentró a miles de jóvenes ya desde primera hora de la tarde, muchos de ellos con bolsas llenas de botellas de bebidas, para preparar el botellón de la noche. Poco a poco, según terminaba el día, muchos jóvenes se acercaron a esta zona a beber y a continuar la fiesta cuando cerraron los bares.
Aunque los policías no tuvieron que intervenir, sí que debieron acudir los servicios sanitarios, para trasladar a un joven que presentaba un cuadro de coma etílico y para atender a otros jóvenes que presentaban cortes tras caer sobre vidrio.
Tras las dos primeras noches de San Mateo en Logroño, en las que han llegado a la capital riojana muchos grupos de jóvenes de otras regiones, se espera que la afluencia a este tipo de botellones descienda con el inicio de la semana, aunque las fiestas de la ciudad continúan hasta el próximo 25 de septiembre.