Todos sabemos que al reciclar reducimos nuestra huella ecológica, pero cada vez que tiramos al contenedor amarillo una botella de plástico o una lata podemos además cuidar de nuestro entorno natural provocamos que se pueden llevar a cabo acciones como las incluidas en el programa Reciclos de Ecoembes que ya está presente en quince comunidades autónomas.
Reciclos nace hace dos años en nuestro centro de innovación en economía circular TheCircularLab. El objetivo es hacer que el modelo reciclaje de envases que funciona desde hace 20 años a través del contenedor amarillo evolucione gracias a la tecnología móvil y los incentivos verdes. Las cifras de reciclaje en España son muy positivas, pero desde Ecoembes se quiere seguir innovando para buscar nuevas fórmulas que se adapten al día a día de los ciudadanos, y ayudando a los ayuntamientos a construir localidades responsables y sostenibles. De reforestar parques como el Pinar de la Ranilla. Plantar árboles para luchar contra el cambio climático. Han logrado financiación tras recoger 40 toneladas de residuos. Gracias a estos proyectos no solo regeneramos el medio ambiente sino que se llevan a cabo proyectos sostenibles que reducen la contaminación y cuidan del sistema.
Las instalaciones recicladoras homologadas por Ecoembes recibieron un total de 1.490.283 toneladas de envases domésticos para su reciclaje. El reciclaje de envases ha vuelto a consolidarse un año más como una práctica medioambiental muy extendida en la sociedad española, a pesar de la excepcionalidad vivida durante gran parte del 2020 y que continúa en la actualidad como consecuencia del covid-19.
Las cifras facilitadas a Ecoembes por las 8.000 entidades locales de toda España, que reflejan un crecimiento de los residuos depositados en el contenedor amarillo (destinado a envases de plástico, latas y briks), aunque también un ligero descenso en el contenedor azul (papel y cartón), como consecuencia de la menor actividad comercial por la pandemia.
Así, cada ciudadano depositó 18,6 kg de residuos -un 8,5% más respecto al año anterior- en el contenedor amarillo. Una cantidad que durante los últimos cinco años se ha incrementado un 41% y que refleja un compromiso creciente de la ciudadanía con el reciclaje de estos envases. Sin embargo, hay que seguir reforzando y sensibilizando para afinar la separación que los ciudadanos hacen en sus hogares, ya que de los kilos que cada ciudadano depositó en el contenedor amarillo, 5,3 kilos fueron de residuos que no están destinados a este contenedor, es decir, que no son envases.
Por otro lado, cada ciudadano depositó 19,3 kilos de papel y cartón en los 229.594 contenedores azules que hay situados en la vía pública (-0,3%). Una caída marcada por la excepcional coyuntura vivida durante 2020, durante la que se ha producido una caída del uso del papel y cartón debido a una menor actividad comercial.
En estos contenedores azules, además de envases domésticos de papel y cartón, se depositan otros residuos, como el papel y el cartón comercial o las revistas y periódicos. Y en este sentido cabe destacar que el volumen de impropios que albergan es mucho menor, ya que al estar destinados a un material concreto, genera menos dudas entre la población, lo que da como resultado un residuo de más calidad que puede reciclarse casi en su totalidad.
Por lo que respecta al tipo de material, del total de envases domésticos reciclados, 616.282 toneladas fueron envases de plástico, 249.231 toneladas correspondieron a envases metálicos –como latas de conservas o refrescos–, 617.333 toneladas de papel y cartón, y 7.435 toneladas fueron envases de madera.
Con todo, y a pesar de esa caída del 1%, los datos de reciclaje seguirían siendo notables, pues esos casi 1,5 millones de toneladas de envases reciclados supondrían el 80% de los envases domésticos que las más de 12.000 empresas adheridas a Ecoembes declararon haber puesto en el mercado español en 2020, y que alcanzaron 1.846.764 toneladas.
“El compromiso de la sociedad con el reciclaje de envases domésticos ha crecido a pesar del contexto de pandemia, siendo este hábito una de las principales herramientas de los ciudadanos para contribuir, desde su ámbito individual, a la economía circular,” ha afirmado Óscar Martín, consejero delegado de Ecoembes. En esta línea, ha manifestado que “el reciclaje es solo es una parte de la transición hacia un modelo económico más circular y respetuoso con el medioambiente, pero debemos hacer más, apostando por la reducción, dejando atrás el hiperconsumo y la sobreproducción”.