La calle Alcalde Francisco Fernández de Los Villares (Jaén) presentaba hoy un aspecto silencioso, poca gente en sus calles. Una imagen que contrastaba con la transformación que los vecinos pusieron en marcha. La engalanaron con guirnaldas y pancartas medio centenar de vecinos, algunos sentados, otros de pie, con cañones de confeti, pero sobre todo muy nerviosos. Todos esperaban la llegada del coche rojo en el que viajaba “su héroe”, Cristóbal, al que todos aplauden, al que sus familiares abrazan. Eso sí, el primer beso se lo reserva para su nieto, el que para él ha sido su razón de vivir. “¡Viva Cristóbal!” le gritan todos.
Y es que ha pasado más de 187 días ingresado en el Hospital de Jaén, cuatro meses en coma. Ahí solo ha podido ver a los suyos a través de una pantalla o en sus recuerdos y su único contacto humano ha sido con los sanitarios que lo han atendido.
Ahora vuelve a casa donde recibe el caluroso aplauso y el calor de sus vecinos, que nos dicen que “ha sido un momento precioso”, que “él no se esperaba tanta gente, pero vinieron todos sus amigos, incluso aquellos que no veía desde hacía muchos meses”.
Solo pudo estar de pie 10 minutos, nada más, porque todavía está convaleciente de la enfermedad y no puede estar mucho tiempo en la calle. Pero serán 10 minutos que jamás olvidará.