David llora de alegría. A este pastor zaragozano de 36 años le acaban de comunicar los Bomberos de Zaragoza que todo su rebaño, compuesto por 1.000 ovejas, está sano y salvo.
Pensaba que sus ovejas habían perecido bajo el enorme mar de agua que ha inundado gran parte de la tierra, debido a la crecida extraordinaria del Ebro, en los últimos días.
David había intentado acceder a su granja, pero fue imposible. En el camino, además, se había encontrado una oveja ahogada, por lo que se temía lo peor.
Con un dron, los Bomberos de Zaragoza han podido ver que la riada no ha alcanzado a ninguna de las ovejas de su rebaño. Después, a pie, han comprobado que todos los animales estaban en perfecto estado.
Emocionado, David les ha dado las gracias. "Prepararon un operativo y fue muy rápido". Se siente un afortunado: "esto es la vida real, aquí no hay postureo. Esto es lo que hay". Y es que otros, en su lugar, lo han perdido todo.
La crecida extraordinaria del Ebro ha comenzado a estabilizarse a su paso por la ciudad de Zaragoza con unos valores cercanos a 2.200 metros cúbicos por segundo y 5,70 metros, por debajo de los caudales máximos de la riada de 2015, y aguas abajo la tendencia es ascendente.
Bomberos y equipos de emergencia siguen trabajando sin descanso para evitar que la enorme crecida del río afecte a la población.