La UME trabaja sin descanso para aliviar la presión del río. Rompen la mota bajo el puente de Novillas ese que ayer por la tarde estaba con el agua prácticamente hasta arriba. Se ha expandido sobre los campos un montón de terreno. El nivel del río baja ligeramente, pero sigue sobrepasando los 8 metros. Los daños materiales son cuantiosos, pero la prioridad son las personas. Ayer desalojaban a 55 vecinos de la localidad. "Hacía años que no había una crecida tan notable. Estamos no asustados pero se nota que va creciendo", dicen los lugareños.
En Tauste y Luceni se han montado dos albergues para acoger hasta a 400 personas. La incertidumbre y preocupación crecen. Una preocupación que se alargará Porque según los expertos es la crecida más lenta hasta ahora. Hay 3 carreteras cortadas y hoy lo peor también se espera en Zaragoza. Allí el rio podría superar los 6 metros de altura.
Novillas (Zaragoza), el primer pueblo de la ribera del Ebro de Aragón, afronta con inquietud la llegada de la crecida extraordinaria del río y ha estado trabajando a ritmo frenético para reforzar y elevar la mota o barrera de protección que evite el desbordamiento del cauce en su término. Todos los profesionales y administraciones que forman parte del dispositivo de prevención en Aragón se preparan "para lo peor" con el objetivo de evitar el mayor número de afecciones en las localidades ribereñas, tal y como ha indicado la delegada del Gobierno de Aragón, Rosa Serrano. Mientras, el Ayuntamiento de Zaragoza ha activado la fase de emergencia del Plan Municipal de Protección Civil, ante la avenida del Ebro.
Al menos respira aliviada tras pasar esta noche la punta de la crecida extraordinaria del río sin causar daños personales y a la espera de que baje el nivel del agua, que ha anegado dos terceras partes del término, para evaluar el resto de daños.
La noche ha sido agitada para el alcalde, Abel Vera, que ha podido descansar a intervalos, preocupado por la resistencia del dique que protege el casco urbano después de la elevación que acometió ayer la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y que, de momento, ha precisado a Efe, sigue aguantando, si bien siguen pendientes de posibles filtraciones de agua. Aunque la situación "no es tan crítica" como anoche y el caudal ya ha bajado unos 30 o 40 centímetros, Vera ha informado de que sigue en niveles "muy altos" y no descarta que aguas abajo la fuerza del agua haya roto todas las motas.
De las 2.500 hectáreas de término municipal, el alcalde calcula que el agua habrá anegado dos terceras partes y se ha "salvado" el casco urbano y "algo" de monte, por lo que ya es superior a la de 2015.
Tras las evacuaciones de 55 vecinos ayer de la parte baja del pueblo como medida de prevención, ya no ha sido necesario el traslado de más habitantes. La punta de la crecida se dirige ahora hacia Zaragoza, y aunque no llegará hasta últimas horas de este martes, ya presenta un caudal de 1.709,83 metros cúbicos por segundo y una altura de 4,71 metros (en 2015, la última gran avenida, alcanzó 2.448 m3/s y 6,10 metros de altura).
Por ello, el Ayuntamiento de Zaragoza elevó anoche a fase de emergencia el Plan de Protección Civil y esta mañana se celebrará una nueva reunión en el Centro de Coordinación de Emergencias del Parque 1 de Bomberos. Conforme aumenta el caudal, en el barrio rural de Alfocea, donde ayer se evacuó la parte baja, el agua ha empezado a rebasar el nivel de la carretera de conexión con la pedanía de Monzalbarba, a la bajada del puente sobre el Ebro, ha informado el Ayuntamiento de Zaragoza, que cuenta con la colaboración en la vigilancia de la zona de la Guardia Civil y de la Unidad de Pontoneros, que balizarán la carretera para facilitar, mientras sea posible, el tránsito con vehículos todoterreno (sólo los de emergencias) en caso necesario.
Asimismo, se está detectando en la capital aragonesa la entrada de agua, progresivamente, en puntos habituales próximos al río, como el club deportivo Helios, el Parque del Agua, huertos de Juslibol, la parte baja de Vadorrey, la arboleda de Macanaz y el parque de la Cruz Roja (entre puente Almozara y Pasarela del Voluntariado).
El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, participará esta mañana en una nueva reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrada (CECOPI) para analizar la situación a la que también asisten la consejera de Presidencia y Relaciones Institucionales, Mayte Pérez, y la delegada del Gobierno en Aragón, Rosa Serrano. El presidente ha señalado que esta es la riada "más lenta de todas las que han conocido" quienes llevan años gestionándolas, por lo que "el río baja con mucha lentitud y tarda mucho en llegar la punta de la crecida y en desaparecer la meseta de esa crecida".
Por su parte, la Guardia Civil ha movilizado a unos 100 efectivos de distintas especialidades para participar cada día en el dispositivo puesto en marcha por esta crecida del Ebro.
El alcalde de Novillas, Abel Vera, ha explicado por su parte que la barrera o mota que se ha elevado esta tarde es el punto más crítico del término municipal frente a las crecidas del río, donde ahora trabajan técnicos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) con el apoyo de la Unidad Militar de Emergencias para reforzarlo. "De que aguante la mota va a depender todo", ha subrayado el alcalde, que se ha mostrado "prudente" y "preocupado" por la situación de este muro de contención.