La crecida extraordinaria del Ebro ha comenzado a estabilizarse en la ciudad de Zaragoza con unos valores cercanos a 2.200 metros cúbicos por segundo y 5,70 metros, por debajo de los caudales máximos de la riada de 2015, y aguas abajo la tendencia es ascendente.
La crecida se dirige hacia Gelsa, Pina y el embalse de Mequinenza, donde se mantiene la evacuación de 1.500 metros cúbicos por segundo para poder admitir el caudal de la riada.
En Pina de Ebro se espera que la crecida alcance los valores máximos en torno a las 15 horas de mañana miércoles y en Gelsa lo hará a finales del día, como ha apuntado la jefa de Hidrología de la Confederación Hidrográfica del Ebro, María Luisa Moreno.
Al término de la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi), el jefe del servicio de Protección Civil, Miguel Ángel Clavero, ha informado de que se continúa trabajando en el Burgo de Ebro en el refuerzo de la mota que protege el casco urbano y se ha construido una segunda línea de seguridad para el caso de que el agua salte la primera defensa.
En Pina de Ebro se vigilan las escalas colocadas para ver la evolución de la crecida y tomar las medidas que fueran necesarias por si fuera aconsejable romper fusibles.
En este mismo término se están utilizando los equipos de achique de la Unidad Militar de Emergencias (UME) para controlar los aportes de agua a la zona baja del pueblo con el fin de evitar que llegue al casco urbano.