Esta semana una pediatra embarazada del área sanitaria de A Coruña, que prefiere no dar su nombre, conoció que había superado la COVID-19. Acudió con su marido, también médico, a hacerse el test rápido sin salir del coche en el punto instalado en las inmediaciones del Hospital Materno-Infantil de A Coruña, una prueba que le confirmó que ha superado la infección que le detectaron el pasado 19 de marzo, cuando se encontraba en la semana 12 de gestación.
Esta facultativa, que recuerda que el Ministerio de Sanidad incluyó a las embarazadas entre la población de riesgo, apela a las gestantes gallegas a "evitar riesgos". "Es un virus nuevo y no se pueden hacer afirmaciones contundentes", reconoce en una entrevista concedida a Europa Press esta pediatra que, con todo, llama a la "calma" y recuerda que los casos "excepcionales" son los que adquieren "un mayor protagonismo" en los medios.
"La mayoría pasamos el virus con síntomas leves y, probablemente, muchos sin saber que tuvieron la infección", explica esta facultativa. Señala que, "a día de hoy", "parece que no hay transmisión vertical al feto" ni que las gestantes puedan tener "más riesgo de tener una enfermedad más grave" que el resto de la población.
Con todo, al tratarse de un virus "nuevo" y del que se desconocen todavía muchos datos y sus posibles consecuencias, recomienda a toda las mujeres embarazadas que extremen las precauciones "para evitar contagiarse".
La pediatra, que actualmente está embarazada de 15 semanas, recuerda que comenzó a tener síntomas cuando entraba en la duodécima semana de gestación. "Tanto yo como mi pareja tuvimos síntomas propios de un cuadro catarral leve", indica para detallar que experimentó un poco de "malestar" y que tuvo "febrícula" un día. "Perdí el olfato y el sabor durante unos días y tuve mucha congestión nasal", añade.
Su marido, médico en el Hospital de A Coruña, empezó a presentar síntomas unos días antes que ella. "No sabemos cómo nos hemos contagiado. Ninguno hemos hecho un viaje recientemente y, lo más probable, es que él lo adquiriese en el hospital aunque no es consciente de haber tenido contacto con un caso positivo", relata.
Ante este hecho, ambos decidieron llamar al servicio de medicina preventiva para informar de sus síntomas y solicitar que les hiciesen la prueba del COVID-19.
En la entrevista con Europa Press, recuerda que fueron dos enfermeros los que acudieron a su domicilio para realizarles el test, toda vez que aún no se había puesto en marcha el 'autocovid' que actualmente funciona en las distintas áreas sanitarias gallegas.
Tras un par de días de espera, los resultados confirmaron que tanto su caso como el de su pareja eran positivos, un hecho que le ha influido en el seguimiento del embarazo, ya que tuvo que "retrasar la ecografía del primer trimestre".
Al aplazarse esta cita, de gran importancia para evaluar el embarazo, la pediatra pone en valor que el Servizo Galego de Saúde (Sergas) le haya ofertado otro tipo de pruebas adicionales para descartar cualquier tipo de problema.
Y es que, conforme apunta, "el cribado para anomalías cromosómicas realizado en el segundo trimestre es menos sensible que si se realiza en los primeros tres meses". "Me han dado una alternativa", destaca.
Sin embargo, ya entrada la semana 15, sí ha podido realizarse una ecografía, por la que llevaba semanas esperando y que confirma la buena noticia. El bebé parece que está sano y es una niña.
Pese a haber sufrido la infección y aunque insiste en que "no se pueden hacer afirmaciones contundentes" sobre un virus del que aún no se sabe mucho, esta pediatra se muestra "tranquila" ya que "de momento todo" parece que no se produce transmisión del virus de la madre al bebé.
Sin embargo, reconoce que la preocupación es normal entre las gestantes al no haber una evidencia científica que certifique esta cuestión y que confirme que la infección no provoca consecuencias en los fetos.
Esta misma semana el Ministerio de Sanidad publicó un nuevo documento científico-técnico sobre el COVID-19 en el que subraya que existen "muy pocos datos disponibles" de embarazadas infectadas por el nuevo virus y que parece que "no son más susceptibles" de padecerlo, como así lo confirma el hecho de que hay más hombres que mujeres afectados.
Con todo, este documento sí llama la atención sobre los efectos adversos que el virus puede provocar en los recién nacidos como parto prematuro, pérdida del bienestar fetal y trombocitopenia.