En una situación en la que la pandemia del coronavirus ha comenzado a estabilizarse en España, el Gobierno está comenzando a plantearse rebajar, aunque sea muy ligeramente, las medidas de presión para el confinamiento, sobre todo a nivel laboral. En este contexto se han hecho las siguientes recomendaciones.
Lavar la ropa de trabajo a una temperatura de entre 60 y 90 grados y considera que "no es imprescindible" usar la mascarilla durante la jornada laboral si el tipo de trabajo no lo requiere y se mantiene la distancia interpersonal.
Así se recoge en la guía de buenas prácticas en centros de trabajo para prevenir contagios por el coronavirus publicada por el Ejecutivo coincidiendo con la reincorporación, este lunes, a sus centros de trabajo de los empleados de actividades no esenciales que no puedan teletrabajar.
Lo primero que destaca el documento es que no se acuda al centro de trabajo si se presentan síntomas o se hubiera tenido contacto "estrecho" con personas infectadas, hasta confirmar que no hay riesgo para uno mismo o los demás.
Además, tampoco deberán acudir las personas más vulnerables por edad, por estar embarazadas o padecer afecciones médicas que, en caso necesario, "pueden contactar con su médico para que acredite su necesidad de aislamiento y que, si así fuera, se considerará a efectos laborales una situación asimilada a accidente de trabajo para la prestación económica de incapacidad temporal".
Entre las medidas que contempla guía se encuentran, a su vez, evitar medios de transporte que supongan la agrupación de personas y, en caso de utilizar el coche o un VTC, extremar las medidas de limpieza del mismo y evitar que viaje más de una persona por cada fila de asientos.
En los viajes en autobús, metro o tren, se recomienda guardar la distancia interpersonal con otros viajeros y, en el caso del transporte público, la guía recomienda usar una mascarilla higiénica, no médica.
El Ejecutivo aconseja planificar toda la operativa para que los empleados puedan mantener la distancia interpersonal recomendada y también las zonas comunes.
Cuando se trate de empresas o establecimientos abiertos al público, deberán implementarse medidas para minimizar el contacto entre personas trabajadoras y el público, como establecer un aforo máximo, habilitar controles de acceso o facilitar equipos de protección individual cuando los riesgos no puedan evitarse.
Igualmente, cuando el espacio de trabajo no permita mantener la distancia interpersonal en los turnos ordinarios, los horarios de trabajo se procurarán escalonar en la medida de lo posible, lo que también evitará aglomeraciones en el transporte.
Se tendrán que realizar tareas diarias de higienización "reforzada" con productos autorizados y se deberá suministrar material higiénico y de protección suficiente para evitar los contagios entre los trabajadores.
Las empresas deberán facilitar el teletrabajo o condiciones laborales de bajo riesgo, aunque en los casos que no sea posible los empleados.
"De no ser posible, los empleados en estas circunstancias podrán solicitar una valoración de su facultativo de atención primaria", asegura el texto.
La guía aconseja la ventilación periódica en las instalaciones al menos de forma diaria y por espacio de cinco minutos.
Para ayudar a la buena renovación del aire y hacerlo de manera habitual, es recomendable reforzar la limpieza de los filtros de aire y aumentar el nivel de ventilación de los sistemas de climatización.
Además se considera conveniente reforzar las tareas de limpieza en todas las estancias, con especial incidencia en superficies, especialmente aquellas que se tocan con más frecuencia como ventanas o pomos de puertas, así como todos los aparatos de uso habitual por los empleados, desde mandos de maquinaria a mesas y ordenadores. En cada cambio de turno es necesario limpiar el área de trabajo usada por un empleado.
Para la gestión de los residuos ordinarios, se recomienda que los pañuelos desechables que el personal emplee para el secado de manos sean desechados en papeleras o contendedores protegidos con tapa y, a ser posible, accionados por pedal.
Al mismo tiempo, la guía aboga por no compartir equipos de trabajo o por maximizar la higiene en caso de que esto no sea posible, así como por ventilar a diario las instalaciones y reforzar las tareas de limpieza en todas las estancias.
"El personal de limpieza asignado a estas tareas debe tener una correcta protección, realizando todas las tareas con mascarilla y guantes de un solo uso, además de disponer de los detergentes habituales, pues son suficientes, aunque también se pueden contemplar la incorporación de lejía u otros productos desinfectantes a las rutinas de limpieza, siempre en condiciones de seguridad", reza el documento.
En cuanto a los uniformes de trabajo, el Gobierno dice que se deberán embolsar y cerrar y se trasladarán hasta el punto donde se haga su lavado habitual, recomendándose un lavado con un ciclo completo a una temperatura de entre 60 y 90 grados.
Desde el Gobierno también apuestan por que en caso de que un trabajador presente síntomas mientras se encuentre en su puesto de trabajo, se aísle el contenedor donde haya depositado pañuelos u otros productos usados, una bolsa de basura que deberá ser extraída y colocada en una segunda bolsa de basura, con cierre, para su depósito en la fracción resto (agrupación de residuos de origen domestico que se obtiene una vez efectuadas las recogidas separadas).
Finalmente, cuando se llegue al hogar después de trabajar, las personas deberán cuidar las distancias y las medidas de higiene, especialmente si conviven con otras personas que se encuentren entre los grupos de riesgo.