El coronavirus y su expansión en España ha obligado a aplazar las fiestas de las Fallas de Valencia y la Magdalena. Siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Sanidad, Ximo Puig, presidente de la Generalitat, ha anunciado que la medida, de aplicación en toda la Comunidad Valenciana, se adopta por "responsabilidad y pensando en el interés general".
La decisión ha sido tomada tras la reunión extraordinaria celebrada este martes en el Palau de la Generalitat de la Mesa Interdepartamental de Coordinación frente al Coronavirus, y se ha acometido en "coordinación" con el Gobierno de España.
Consciente de la repercusión de la medida, que afecta a las fiestas más simbólicas de la comunidad, Puig ha apelado a la "comprensión de toda la ciudadanía".
"La responsabilidad y la prudencia nos deben guiar en cada paso que demos", ha recalcado, puntualizando que nos encontramos en plena emergencia sanitaria.
"Los responsables del Ministerio de Sanidad han dado una instrucción clara: la conveniencia de no celebrar los actos festivos de las Fallas y la Magdalena en las fechas previstas", ha aseverado, insistiendo en que "la responsabilidad es el primer requisito de cualquier gobierno y la Generalitat ha seguido los criterios científicos y técnicos para proteger la salud de la ciudadanía"; algo que precisamente instantes antes había apostillado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, desde la Moncloa: "Hemos confiado la dirección técnica a los expertos. Son los expertos quienes nos tienen que marcar el camino”, había dicho el jefe del Ejecutivo, que sin querer desvelar todavía el aplazamiento de las Fallas destacó que la decisión, en cualquier caso iba a ser "de manera consensuada".
Y así ha sido. El coronavirus ha tumbado también las Fallas. El virus pone en jaque un negocio que deja millones de euros en Valencia y sume a los más incondicionales en la resignación.
La crisis sanitaria provoca así un aplazamiento histórico. Las Fallas tan solo habían sido canceladas en cuatro ocasiones, y entonces la culpa la tuvieron la guerra de Cuba, la guerra civil y la negativa de los falleros a pagar una tasa en 1886.
Ahora, es el Covid-19 quien se ha puesto en el camino de las fiestas más populares de la Comunidad Valenciana, que se llevaban celebrando de forma ininterrumpida desde 1940.
"Vamos a tener semanas difíciles"
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sido muy claro a la hora de advertir que “vamos a tener semanas difíciles” por delante ante la expansión del coronavirus, que deja ya más de 1.600 infectados en España y 36 muertos; unas cifras que se agigantan al reparar en que en todo el mundo el Covid-19 ya ha provocado más de 100.000 contagiados, más de 4.000 muertes y ha infectado a al menos 101 países.
“Vamos a tener semanas difíciles, pero las vamos a superar”, ha puntualizado Sánchez, en un matiz optimista en medio de un discurso lleno de seriedad. “Estamos en una emergencia sanitaria”, ha reiterado en sucesivas ocasiones, demandando “responsabilidad” y “unidad” para hacer frente a la crisis entre todos.
“Haremos lo que haga falta, cuando haga falta y donde haga falta. Juntos superaremos esta crisis”, ha enfatizado, llamando a toda la ciudadanía a cumplir con las recomendaciones sanitarias y extremar las medidas de higiene y prevención. “Debemos cooperar siguiendo las recomendaciones que emanan de los expertos”, ha apuntado, remarcando que “los ciudadanos tienen un papel esencial y cada compatriota puede ayudar mucho a combatir el coronavirus”.
A este respecto, Sánchez ha anunciado que el Gobierno ha preparado un plan de choque que incluirá medidas en cuatro grandes ámbitos: proteger y garantizar el bienestar de las familias españolas; garantizar el suministro de medicamentos y el acceso a material sanitario; proteger sectores castigados por la baja demanda; y apoyar la liquidez de las pequeñas y medianas empresas.
Más allá, el presidente del Gobierno ha apuntado a dos claves imprescindibles para superar la crisis: “un sistema sanitario eficaz y una respuesta unida”. Lo primero, ha dicho, ya lo “cumplimos”, enfatizando que “tenemos uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo”. Lo segundo, ha insistido, debe ser responsabilidad de todos. “Todos debemos hacer frente a la emergencia. No caben decisiones compartimentadas”, ha enfatizado, lanzando un mensaje de tranquilidad al respecto de las dudas sobre un posible problema de abastecimiento ante el pánico creado por el virus. “No lo habrá", ha zanjado, insistiendo en que todos los esfuerzos están centrados en “contener la extensión del virus”.
Para esto último, el Ministerio de Sanidad ha vuelto a comunicar este martes nuevas medidas extraordinarias en el marco de la denominada “fase de contención reforzada”. Entre ellas, a partir de este miércoles, como anunció la Comunidad de Madrid, guarderías, colegios, institutos y universidades cerrarán durante 15 días como medida preventiva para combatir el brote; algo que desde este martes ya se ha hecho en Vitoria y Labastida, es decir, en las denominadas zonas con “alto índice de trasmisión” del virus.
Además, Sanidad ha prohibido los vuelos directos a Italia y a España desde el 11 al 25 de marzo, se han suspendido los viajes del Imserso durante el próximo mes, y tanto en Madrid como en La Rioja, Vitoria y Labastida han sido suspendidas las actividades en espacios cerrados que reúnan a más de 1.000 personas.
En la misma línea, “todos los grandes eventos deportivos profesionales y no profesionales, de competiciones nacionales e internacionales” tendrán que realizarse “a puerta cerrada en toda España”, y en el caso de “otros eventos culturales y sociales que comporten un gran movimiento de población, se valorarán caso a caso y serán objeto de resolución por parte de la comunidad autónoma donde se celebren”, ha precisado el Ministerio de Sanidad.
Más allá, el Gobierno ha anunciado que los contagiados serán considerados baja laboral por enfermedad profesional, siendo la Seguridad Social quien pague la factura de dichas bajas por el Covid-19.
Más allá, entre la retahíla de medidas extraordinarias aplicadas en las principales localidades afectadas, destaca el cierre de bibliotecas públicas, polideportivos y centros culturales, decretado por el Ayuntamiento de Madrid.