Con unas temperaturas bajísimas barriendo toda la Península, la factura de la luz ha registrado máximos históricos. La demanda ha hecho que se disparen los precios justo cuando más necesitamos su uso. Teniendo que tener la casa caldeada es muy difícil en estos momentos reducir la factura. Pero ojo, porque hay algunos consejos que nos pueden ayudar.
Por ejemplo, el tipo de contrato que tenemos y la potencia. Hay que procurar que no haya gastos extra de entrada, comprobando si la potencia contratada, que define cuántos aparatos pueden estar conectados a la vez, es la que se necesita.
Es muy importante también analizar las tarifas, que a largo plazo podrán hacernos ahorrar bastante. Se puede valorar si cambiar tarifas del mercado libre, con precio fijo, al regulado (PVPC), que va con el mercado mayorista.
También es aconsejable disponer de electrodomésticos con ahorro energético, usar luces led y no tener encendido lo que no necesitamos. En cuanto a la calefacción, es recomendable tener mesura. Debe estar entre 19ºC y 21ºC y no pasar de 16ºC en la noche. Por encima pierde eficiencia. Comprar temporizadores para calentarla antes de llegar a casa o para que no consuman por la noche es otra recomendación.
Si teletrabajamos tener todo conectado a una regleta que desconectaremos para evitar el pequeño consumo en standby. Las buenas costumbres como apagar las luces cuando salimos, o no tener el frigo mucho tiempo abierto nos pueden ayudar en nuestro propósito: que la factura de la luz no se convierta en la peor de las pesadillas.