La sección segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha dictado sentencia condenando a un hombre a penas que suman 20 años de prisión por violar de Bueu (Pontevedra), a la que también causó lesiones y robó.
Los magistrados consideran probado en su sentencia que el acusado, en la madrugada del 3 al 4 de marzo de 2017, accedió al domicilio de la víctima rompiendo el cristal y los barrotes de una puerta trasera, y con la cara oculta por un pasamontañas. Una vez en la habitación se abalanzó sobre ella en la cama, le quitó el pijama, le tapó la boca con cinta y le cubrió la cabeza con ropa.
Asimismo, le ató las manos y los tobillos a la cama, de manera que la mujer quedó completamente inmovilizada, en situación de vulnerabilidad y con las piernas abiertas. A continuación, la agredió sexualmente y, cuando finalizó, trató de eliminar posibles restos biológicos limpiándole los genitales con una sábana empapada en vino.
Después de la violación, el acusado revolvió el domicilio y robó 1.250 euros que encontró en una cartera y en un sobre que estaba guardado en un armario. Antes de marcharse, tiró el teléfono móvil de la víctima a la basura y le desató las piernas.
A pesar de los intentos de la defensa de cuestionar las pruebas contra el procesado, el tribunal considera probado que los restos de ADN encontrados en el lugar de los hechos corroboran la autoría de los delitos. Además, se da la circunstancia de que el acusado conocía a la víctima y su casa, ya que anteriormente había hecho trabajos de albañilería allí.
Por otra parte, los informes de geolocalización de su teléfono móvil lo situaron en las inmediaciones de la vivienda de la mujer en la noche en que ocurrió todo, y la Guardia Civil localizó en su casa una mochila con ropa oscura, y también cinta y cuerda idéntica a la que se había utilizado con la mujer agredida.
Por todos estos hechos, la Audiencia Provincial considera al acusado autor de un delito de agresión sexual, uno de lesiones y un delito de robo con violencia, y le aplica las agravantes de abuso de superioridad y disfraz.
Así, lo condena a 14 años de cárcel por el primer delito, a 2 años por el segundo, y a otros 4 años por el robo, y le impone la medida de libertad vigilada durante 10 años una vez que salga de prisión. Además, no podrá acercarse o comunicarse con la víctima durante otros 10 años, y deberá indemnizarla con 13.750 euros.