La Audiencia de Valencia ha condenado a 17 años y cinco meses de cárcel y al pago de dos multas de 540 y 270 euros a un hombre que en agosto de 2019 robó, lesionó y violó a una anciana de 93 años en su casa de Valencia. El condenado también deberá indemnizar a la víctima con 40.000 euros por daños morales y abonar 1.350 euros por el tiempo en que tardó en curarse y otros 7.000 por las secuelas psíquicas.
Según ha considerado probado la sala, el acusado entró por una ventana a la casa de la anciana, que se lo encontró en el pasillo al entrar en la vivienda. El ladrón le golpeó reiteradamente en la cara y le presionó fuertemente garganta hasta el punto de impedirle momentáneamente la entrada del aire y logró que la mujer le diera 85 euros, todo el dinero que llevaba en el cartera.
Una vez obtenido el dinero, el acusado, aprovechando la limitada capacidad de defensa de la víctima por su avanzada edad, la llevó a un dormitorio donde consumó una agresión sexual. Ante los gritos de auxilio de la mujer, acudieron unos vecinos que le persiguieron después de que abandonara la vivienda tras descolgarse por la ventana hacia el patio interior y a salir del inmueble. En el momento de su arresto, el acusado forcejeó con un agente que participó en la detención.
A consecuencia de la agresión, la mujer sufrió policontusiones y un intenso trauma psíquico vivencial, que derivó en un cuadro de trastorno de estrés post traumático. El acusado aseguró en la vista que había consumido muchas drogas durante varios días de fiesta, que se quedó sin dinero, desconocía cómo llegó al inmueble, "se le cruzaron los cables y pasó lo que pasó".
El tribunal ha rechazado la circunstancia agravante de lugar porque la víctima "pudo pedir ayuda y de hecho lo hizo, es más, el acusado fue detenido finalmente como consecuencia de la intervención de los vecinos (con ayuda de otras personas) que acudieron a auxiliarla" y tampoco considera acreditado que buscase entrar al inmueble estando en su interior la mujer ya que ella entró después.
Sí que ve abuso de superioridad en el delito de lesiones a la mujer ante las heridas provocadas a la víctima, "vista la gran diferencia de edad entre ambos", y en que ella tuviera más de 90 años, "algo que evidentemente era conocido por el acusado".
Asimismo, no considera acreditado que haya habido soporte fáctico suficiente para la aplicación de la eximente, eximente incompleta o atenuante de drogadicción que solicita la defensa, pues ese estado "no es compatible la agilidad y capacidad física que describen la mayoría de los testigos".