Juzgado en Madrid el asesino caníbal por descuartizar a su madre y comérsela

  • El joven drogadicto robaba a su madre y esta lo había denunciado una docena de veces

  • La Fiscalía pide 15 años y cinco meses de prisión por los delitos de homicidio y profanación de cadáveres

  • Después de matarla se alimentó durante unos 15 días de los restos cadavéricos

Alberto estranguló a su madre, la descuartizó con una sierra y se comió los restos. Por estos hechos la Audiencia de Madrid juzagará a este joven para el que la Fiscalía pide 15 años de prisión. Su abogado pide la absolución por enajenación mental.

Los hechos habrían ocurrido en 2019 en el domicilio en el que convivían madre e hijo en la capital madrileña cuando el acusado Alberto.S.G., durante una discusión con su madre la habría asfixiado con sus manos y tras trocear su cuerpo con un sierra se habría alimentado de estos, según el relato de conclusiones del Fiscal.

El joven que se presentaba en redes como una persona normal, pero su afición a las drogas lo enfrentaron continuamente con Soledad, a la que terminó matándola. La fallecida lo había denunciado una docena de veces y sobre Alberto pesaba una orden de alejamiento. La madre volvió a aceptarlo en casa, porque no quería dejarlo en la calle.

El hombre, que se encuentra en prisión provisional desde el 23 de febrero de 2019, se sienta en el banquillo como presunto autor de los delitos de homicidio y profanación de cadáveres. Además de la pena de cárcel de 15 años y cinco meses el Ministerio Público pide el pago de una indemnización de 90.000 euros para su hermano.

El fiscal relata que a principios de 2019 el acusado vivía con su progenitora en un domicilio de Madrid, donde a finales de enero o en los primeros días de febrero cometió el homicidio del que se le acusa, según el escrito de conclusiones provisionales.

El acusado tras matar a su madre trasladó el cadáver hasta el dormitorio y procedió a su descuartizamiento empleando una sierra de carpintero y dos cuchillos de cocina que tenía en la casa. Una vez troceado el cuerpo se fue alimentando durante unos 15 días de restos cadavéricos, "guardando algunos en varios recipientes de plástico por la vivienda y en el interior de la nevera y arrojando otros a la basura dentro de bolsas de plástico", según el relato de la Fiscalía.