Timothy Ray Jones, el hombre que en agosto de 2014 mató a sus cinco hijos, de entre 1 y 8 años, por creer que estaban "conspirando" en su contra, ha sido condenado a muerte por un jurado de Lexington, Carolina del Sur.
La semana pasada el mismo jurado había determinado la culpabilidad del individuo, de 37 años, tras deliberar poco más de seis horas. La decisión se produjo por unanimidad; algo que, de no haber sido logrado, habría significado la cadena perpetua para Jones. El hombre reconoció haber matado a su hijo Natahn, de seis años, al obligarlo a hacer ejercicio por horas y darle una paliza después de que el pequeño rompiera un objeto en su casa de Lexington, en agosto de 2014. Horas después, el padre estranguló a los otros cuatro menores: Merah, de 8; Elias, de 7; Gabriel, de 2, y Abigail de 1 año de edad.
Jones Jr. aseguró que asesinó a los niños porque escuchaba voces en su cabeza y creía que sus hijos estaban conspirando contra él. Además, estaba seguro que sus hijos serían más felices en el cielo.
Los fiscales aseguraron que la pena de muerte era la única opción porque la prisión de por vida habría sido como mandarlo a su habitación a pensar en lo que hizo. Mientras, la defensa pedía clemencia argumentando que a familia había visto ya demasiadas muertes y que a algunos seres queridos de Jones les habría gustado poder seguir viéndolo, aún tras las rejas. Durante el juicio, los abogados de Jones argumentaron que su cliente estaba "loco por una esquizofrenia no diagnosticada" que empeoró con el uso de marihuana sintética.
Jones envolvió los cuerpos de los menores en bolsas de plástico, los colocó en el maletero de su camioneta y condujo hacia el sureste del país durante una semana. Recorrió más de 700 millas a través de Carolina del Norte, Georgia, Alabama y finalmente Mississippi, donde fue arrestado por conducir ebrio. un oficial de policía notó un olor terrible y encontró restos de sangre, gusanos y ropa de los niños en el vehículo. Los pequeños ya habían sido enterrados en una cuneta cerca de Camden, Alabama.
Timothy Jones Jr. es ingeniero de software y se quedó con la custodia de sus hijos después de que su matrimonio se rompiera. El hombre tuvo dificultades como padre soltero, según los registros del Departamento de Servicios Sociales, cuyos empleados visitaron la casa una docena de veces en los últimos tres años, pero, según los registros, el hombre intentaba corregir sus problemas llevando a sus hijos a parques de diversiones, a la playa o fiestas de cumpleaños.
Sin embargo, el mismo mes en que fueron asesinados los niños, el Departamento de Servicios Sociales recibió una denuncia de que Jones solo les estaba alimentando con 20 piezas de McNugget.