Un criador de perros de Andalucía ha sido condenado por el Juzgado de Primera Instancia número 1 de A Coruña a pagar 660 euros a una compradora de la ciudad herculina a la que le envió un cachorro enfermo en agosto de 2020.
La sentencia, con fecha del 30 de abril de 2021 y de la que ha informado el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), señala que hubo una "compraventa" y que la demandante demostró que "cuando el cachorro llegó no estaba bien".
Además, un veterinario certificó "la existencia de una anemia y de dos problemas congénitos que precisaban intervención quirúrgica".
La jueza del caso considera que el demandado sabía que existían esos problemas cuando envió desde Andalucía el perro a A Coruña en agosto de 2020, y por eso estima que el criador "ha de asumir las consecuencias de sus actos, indemnizando a la demandante con el coste de todos los gastos veterinarios que reclama". En este sentido, subraya además que "en modo alguno" es argumentable "un transcurso de plazos o una inoperatividad de garantías frente a quien, como consumidor, adquiere un perro".
La magistrada asegura en la resolución que la demandante, de haber sabido la situación en la que se encontraba el perro, "no lo hubiese comprado o hubiese pagado mucho menos por él, atendidos los problemas que tenía, no constatables para un consumidor medio, pero sí apreciables para quien se dedica a la cría de animales y para su veterinario de referencia".
A este respecto, la jueza también desteca en la sentencia que la compra se realizó por Internet, sin que la vecina de A Coruña se desplazase al criadero para escoger a su perro, "por lo que la confianza depositada en el vendedor aún es mayor".
Ahora, no obstante, la situación es muy diferente a aquel 28 de agosto de 2020, momento en que la afectada presentó la demanda. Desde entonces, la situación, como explica la jueza, ha cambiado, porque "el cachorro está insertado en la familia y pendiente de las operaciones", lo que motivó que la compradora "retirase todas las reclamaciones de su demanda, manifestando su voluntad de quedarse con el perro y reclamar únicamente los gastos veterinarios, un total de 660 euros".
Así será. Porque la sentencia es firme: contra ella no cabe presentar recurso.