La mayor parte de las primeras comuniones que se celebran en nuestro país tienen lugar durante el mes de mayo, sin importar si se trata de casos particulares o de grandes grupos de individuos. En total, según los datos de la Conferencia Episcopal, se calcula que cada año se celebran alrededor de 245.000 comuniones solo en nuestro país, con el desembolso económico que ello implica, que, en el caso de España, ronda una media de 3.600 euros. ¿Por qué se celebran tantas comuniones en mayo? ¿Existe algún algún hecho histórico que explique el uso mayoritario de esta fecha?
Lo primero que hay que saber es que la comunión es un acto vinculado no solo a la Iglesia Católica, sino también a otras iglesias cristianas, a través del cuál una persona participa por primera vez en el sacramento de la Eucaristía, en el que se recibe el cuerpo y la sangre de Cristo. Aunque suelen recibirla los niños de entre ocho y nueve años de edad, es posible que la primera comunión se produzca a cualquier edad. Generalmente hay que cumplir un año de catequesis previo, durante el cual se explica el significado de este rito, así como las normas de la Iglesia.
Además, es necesario estar bautizado y haber cumplido con el sacramento de la confesión antes de la primera comunión. En el caso de personas adultas, es muy habitual que el bautismo y la primera comunión se celebren en la misma ceremonia.
En cuanto a por qué casi todas las comuniones se celebran en mayo, el motivo se encuentra en que entre los meses de abril y junio nos encontramos en tiempo de Pascua, es decir, el periodo comprendido entre el Domingo de Resurrección y Pentecostés. Se trata de 50 días en los que queda integrado el mes de mayo y, en teoría, este periodo es el mejor momento para seguir a Cristo, una vez que ya resucitado.
Por último, en cuanto a la incidencia de la pandemia en la celebración de la primera comunión en España, hay que decir que las cifras de la Conferencia Episcopal apenas nos muestran diferencias con respecto a años anteriores. Por ejemplo, en el año 2020 se celebraron en nuestro país 222.345 primeras comuniones, lo que supone tan solo un 4 por ciento menos que durante el año anterior.
Es cierto que desde el pasado 2020 se han aplicado importantes restricciones a la celebración de este sacramento, como límites de aforo, distancia de seguridad, etc. Pero ello parece haber tenido un efecto casi nulo en lo que a este ritual religioso se refiere.
Eso sí, la restricciones de aforo pueden no haber llevado a las familias a posponer este evento, pero sí pueden incidir positivamente en lo que el coste de esta ceremonia se refiere: el hecho de que sea más conveniente invitar un número más reducido de personas puede abaratar, y mucho, la factura final, sobre todo teniendo en cuenta que el banquete suele ser el gasto principal asociado a este tipo de eventos.