Toda precaución es poca cuando se trata de evitar incendios forestales durante el verano. Según datos de Greenpeace, alrededor del 96 por ciento de los incendios que arrasan nuestros bosques cada año son provocados directamente por negligencias del ser humano. Por eso es importante conocer qué prácticas debemos evitar y cómo actuar en caso de que detectemos un incendio forestal. Toma nota de cómo reconocer un incendio y qué debes hacer en caso de que verte inmersos en este tipo de situación.
Lo más importante a la hora de enfrentarse a un enemigo como el fuego forestal es conocer las características de este tipo de incendios: en los últimos tiempos, una de las novedades al respecto es que los grandes fuegos ya no solo se producen durante el verano (que es cuando tradicionalmente se activan los protocolos de alerta), a lo que se suma el hecho de que la superficie quemada se concentra normalmente en incendios de gran tamaño. Eso sí, el verano sigue siendo la etapa más peligrosa en lo que a fuego se refiere, debido a las altas temperaturas, a la menor presencia de precipitaciones y a la mayor actividad humana en zonas forestales que, además, no siempre están tan cuidadas y limpias como deberían.
Durante el pasado 2020 fue buena noticia saber que la superficie quemada fue un 30 por ciento inferior a la media de los últimos 10 años. Sin embargo, las temperaturas cada vez más altas, las sequías, el abandono rural, la falta de gestión forestal... favorecen la aparición de estos fenómenos que tanto daño provocan en nuestro país, y este 2021 no es una excepción. La vuelta a la movilidad dentro de nuestro país y el aumento de la actividad turística pueden jugar en contra de nuestros bosques, ya que los descuidos podrían aumentar.
En cuanto a cómo detectar un incendio forestal, normalmente es preferible llamar al teléfono de emergencias 112 en cuanto avistes una columna de humo, detectes olor a quemado o sospeches por cualquier motivo que pueda estar produciéndose un incendio incipiente. El tiempo es un factor muy importante en estos casos: cuanto antes llames, mucho mejor. Es preferible pecar de precavido que ignorar una sospecha que podría salvar vidas y miles de hectáreas de vegetación.
Además, si te encuentras inmerso en una zona en llamas, es muy importante que adoptes medidas de seguridad para salvar tu vida y la de los que te rodean. Observa la dirección del fuego y busca una salida, preferentemente en zonas con escasa vegetación, ya que serán las menos afectadas por el fuego. Recuerda, además, que debes alejarte del lugar en sentido contrario a la dirección del viento.
Si te encuentras en montaña, corre ladera abajo, ya que el fuego tiende a subir. Evita también cruzar las llamas si no puedes ver con toda claridad lo que hay detrás y, en caso de necesidad, moja previamente tu ropa y protege tu cabeza con tejido húmedo.
En casos extremos, si el fuego te rodea, sitúate en tierra ya quemada y, si las llamas están próximas y no puedes huir, túmbate en el suelo y cúbrete la mayor parte posible del cuerpo con tierra. Por último, si circulas con tu vehículo por una zona incendiada, cierra las ventanillas y enciende los faros. En caso de que el peligro aumente, es mejor dar media vuelta.
Además, recuerda que para evitar un incendio forestal es básico no abandonar jamás tus residuos en zonas con vegetación y, en general, en cualquier lugar, especialmente en botellas objetos de cristal que pueden actuar como lupa. Las colillas, especialmente, jamás deben tirarse en ningún lugar que no sea la basura, y siempre deben estar perfectamente apagadas. También es importante evitar hacer fuego en épocas peligrosas: normalmente las autoridades responsables de la seguridad forestal suelen prohibir el uso del fuego incluso en zonas recreativas durante las jornadas más peligrosas del año.