Indicaciones para mantener limpio y cuidado el parquet: y no, el vinagre no vale
Lucía SicreMadrid
¿Cómo cuidar el parquet?Pixabay
El correcto mantenimiento del suelo de parques depende de sus características: descubre cómo mantenerlo bonito durante más tiempo
El parquet se ha convertido en una de las opciones preferidas de los consumidores a la hora de elegir suelo para sus casas. Su abaratamiento, su toque cálido, su estética, la aparición de opciones de fácil cuidado, el cada vez más amplio abanico de posibilidades en cuanto a dureza y acabado... juegan en favor de esta tendencia que se mantiene desde hace algunos años. Eso sí, hay que tener en cuenta que el parquet, por muy resistente que sea, suele requerir cuidados especiales con respecto a otros pavimentos creados a partir de materiales que, en general, suelen ser más robustos y menos sensibles al entorno. En este artículo analizamos cómo mantener limpio el parquet.
La durabilidad de tu parquet va a depender del tipo de material de que se trate y de las condiciones climáticas de tu vivienda (temperatura, humedad, sol directo...) Ante la duda, para cuidar tu parquet es mejor optar por productos de limpieza suaves, evitar posibles ralladuras, proteger el suelo con alfombras, colocar cortinas para evitar el sol directo, y llevar a cabo un mantenimiento constante.
No es cierto que sea más difícil mantener limpio un suelo de parquet, pero sí hay que tener más cuidado a la hora de tratar este tipo de suelos. La humedad debe retirarse rápidamente, no es conveniente usar excesiva agua para su lavado, hay que evitar ralladuras y tratar de potenciar el brillo natural de la madera... Estos son alguno consejos:
Evita el exceso de agua. La madera no debe empaparse bajo ningún concepto y, en caso de accidente, es importante retirar cualquier líquido rápidamente. De lo contrario el parquet podría hincharse, especialmente si es de mala calidad. Las juntas son el espacio más peligroso en este sentido. Si utilizas fregona para limpiar el suelo, retira todo exceso de humedad y usa agua templada. Además, evita usar una fregona que pueda estar en contacto con productos más agresivos (para la limpieza de ortos suelos). De lo contrario, podrías estropear el barniz. Otra posibilidad es utilizar otro tipo de utensilio y producto de limpieza, como mopa y spray especial para limpieza de parquet.
Evita el uso de vinagre. Aunque el vinagre es recomendable como producto de limpieza para muchísimos materiales, el parquet no es uno de ellos, en contra de lo que se lleva afirmando desde hace años. Se trata de un producto que puede ‘levantar’ el brillo del parquet a corto plazo, pero también estarás degastando su superficie y generando el efecto contrario a largo plazo.
Evita productos que no sean específicos para parquet. Los multiusos están muy bien para casi cualquier superficie, pero jamás para un suelo de madera. La mayoría de las veces utilizamos estos productos sin conocer su composición, por lo que es mejor evitarlos. Ni qué decir tiene que debes huir de lejía, amoníaco y similares.
Utiliza lo utensilios adecuados. Si vas a aspirar, asegúrate de usar un cepillo suave, y lo mismo se aplica si optas por barrer. Lo mejor es usar una mopa suave. para manchas concretas, puedes utilizar un paño ligeramente humedecido.
Usa algún producto abrillantador de vez en cuanto. Por ejemplo, una vez al mes. De esta forma, estarás protegiendo la capa superficial del suelo y garantizando una mayor durabilidad.
Protege el suelo de ralladuras. Aunque este punto no tiene que ver específicamente con la limpieza, es más que conveniente que protejas el suelo de ralladuras utilizando adhesivos para las patas de tus muebles que eviten el contacto directo. En las zonas de mucho tránsito (comedor, zona entre los sofás...) puedes utilizar alfombras. También en las zonas de entrada o salida, donde puedan generarse humedades con más facilidad. Evita también el uso de tacones: puede ser una buena excusa para tomar la costumbre de no pasear por casa con los zapatos que traemos sucios de la calle y usar un calzado específico, libre de suciedad externa, en el hogar.