La Policía ya tiene claro lo que pasó la noche en la que un grupo de personas habría matado a Samuel Luiz en una calle de La Coruña. Los restos de ADN en las armas utilizadas, el cruce de datos y posicionamiento de los teléfonos móviles de los acusados ha ayudado a tener una foto de esos seis minutos que duró la caza y homicidio del joven estudiante de enfermería.
Los investigadores buscan restos de ADN en el kobotan requisado a uno de los detenidos por la muerte de Samuel Luiz en La Coruña. Tratan de comprobar si junto a una botella de vidrio fue utilizada para causar la muerte a la víctima.
El kubotan fue localizado en el domicilio de uno de los menores detenidos. Se trata de un arma de defensa personal desarrollada por un maestro karateka reactualizando elementos tradicionales de la cultura japonesa.
Su uso requiere de entrenamiento específico y es efectivo para controlar y someter al contrario. Su funcionamiento busca conseguir ventaja sobre las muñecas o los dedos del rival.
Una de las mejoras añadidas por el maestro Soke Kubota Takayuki fue la de insertarle una anilla en uno de sus extremos para llevar las llaves con lo que se consigue un uso extra como un látigo.
Según el relato de uno de los detenidos que ha colaborado con la Policía, a Samuel le derriba Yuma al practicarle la técnica del mataleón, estrangulándole hasta dejarle sin sentido en el suelo.
Una vez en el suelo, el primer adn permite apuntar a que Diego, otro de los detenidos y probablemente el que llamó 'maricón' a Samuel, le golpeó reiteradamente con sus puños.
El segundo adn corresponde a Yumba y fue localizado en la botella que los investigadores creen sirvió para golpear a Samuel.
La búsqueda sigue ahora pendiente de las conclusiones del estudio del kubotan para determinar si fue usado en la agresión y si lo blandió el menor al que le fue requisada en su casa.