La educación en España vive este 2020 uno de sus momentos más críticos. Los estudiantes, en su totalidad, han tenido que adaptarse al modelo online ante el cierre de los centros educativos, que todavía desconocen cuando retomarán su actividad. La nueva normalidad a causa del coronavirus requiere de nuevos métodos de prevención y medidas sociales, como el distanciamiento, algo más que complicado para los niños. La limpieza tendrá un papel fundamental en la próxima y esperada vuelta al cole.
"Los colegios están desinfectando (y realizando una limpieza exhaustiva) sus espacios tomando como referencia las resoluciones que marca cada comunidad autónoma, en el que se especifican las zonas y superficies más críticas a mantener bien higiniezadas o el uso de desinfectantes autorizados. La llevan a cabo servicios especializados y el personal de limpieza de cada centro", señala a Informativos Telecinco la directora general de CICAE, asociación de colegios privados e independientes, Elena Cid.
"Cada colegio está diseñando sus propios protocolos específicos para cada área de acción dentro del centro, teniendo en cuenta las instrucciones de las Administraciones Públicas que a día de hoy aún no son muy detalladas", añade. "En estos protocolos se incluyen las medidas sanitarias para los alumnos, profesores, visitas, personal no docente, cuestiones como la protección de datos en esta situación, riesgos laborales, actividades deportivas, comedor y transporte escolar o reorganización de espacios y horarios para mantener la distancia de seguridad", precisa Cid.
"Se están adquiriendo y estudiando materiales de protección como mascarillas, incorporando mamparas separadoras, alfombras de desinfección de calzado, termómetros para el control de temperatura a la entrada, geles hidroalcohólicos para clases y estancias comunes o recursos tecnológicos para seguir potenciando la educación online", destaca.
La escuela pública también retoma la limpieza de sus centros y los alumnos tratan de adaptarse a la educación online. "Muchos colegios ya están trabajando desde hace tiempo con herramientas online: lo hacen como un complemento a su labor. Es verdad que en este tiempo se ha visto incrementada la teledocencia, por lo tanto, de cara al próximo curso podrían llevarse a cabo bastantes herramientas más", comenta a Informativos Telecinco la presidenta de CEAPA, Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos, Leticia Cardenal.
"Hay centros públicos que sí presentan dificultades para el manejo de herramientas online. Lo que es evidente es que falta mucha formación por parte de todos: profesorado, personal de los centros que no es docente, alumnado y familias, porque eso dificulta poder llevar a cabo durante el día a día numerosas actividades de manera online", añade al ser preguntada sobre el acceso y preparación de la escuela pública al modelo online.
"Actualmente estamos inmersos en el cierre del curso, todavía se desconocen los planes de algunas Consejerías de Educación para la reapertura en las próximas semanas. Vivimos con gran incertidumbre y falta de garantías y directrices de las Administraciones Públicas respecto a la reapertura gradual de los colegios durante la desescalada", explica Cid.
"De cara a septiembre, nuestra prioridad es asegurar el derecho a la educación de nuestros alumnos, con la máxima calidad con un modelo aún desconocido y que sea con las máximas garantías de salud tanto para ellos como para nuestros profesores. Esta situación no tiene una solución fácil. Organizativamente hablando nos encontramos ante el complicadísimo reto de adaptar nuestros proyectos educativos reorganizando espacios, turnos de asistencia, profesorado... y todo ello va a requerir importantes inversiones y contratación de más personal. Todavía no sabemos cómo será la vuelta al colegio en septiembre y esa es nuestra máxima preocupación ahora mismo", concluye la directora general de CICAE.
El Boletín Oficial del Estado, BOE, emitió recientemente una orden en la que especifica los requisitos que deben cumplir los centros educativos y universitarios para proceder a su reapertura. Lo primero que se está realizando son las labores de desinfección, acondicionamiento y realización de funciones administrativas. Según el documento, será responsabilidad de los directores de los centros determinar el personal docente y auxiliar necesario para las tareas administrativas, que se deberán realizar garantizando la distancia física de seguridad de dos metros.
El documento, además, concreta las medidas de higiene y prevención a garantizar. El director de los centros educativos y entidades también deberá asegurar que se adoptan las medidas de limpieza y desinfección adecuadas a las características e intensidad de uso de los centros.
En las tareas de limpieza se prestará especial atención a las zonas de uso común y a las superficies de contacto más frecuentes como pomos de puertas, mesas, muebles, pasamanos, suelos, perchas, y otros elementos, conforme a las siguientes pautas; se utilizarán desinfectantes como diluciones de lejía recién preparada o cualquiera de los desinfectantes registrados por Sanidad (en el BOE); tras cada limpieza, los materiales empleados y los equipos de protección utilizados se desecharán de forma segura, procediéndose posteriormente al lavado de manos; y en el caso de que se empleen uniformes, o ropa de trabajo, se procederá al lavado y desinfección diaria de los mismos, debiendo lavarse de forma mecánica en ciclos de lavado entre 60 y 90 grados centígrados.
Las medidas de limpieza se extenderán también, en su caso, a zonas privadas de los trabajadores, tales como vestuarios, taquillas, aseos, cocinas y áreas de descanso. Asimismo, cuando existan puestos de trabajo compartidos por más de un trabajador, se realizará la limpieza y desinfección del puesto tras la finalización de cada uso, con especial atención al mobiliario y otros elementos susceptibles de manipulación (la OMS ha asegurado que no hay constancia de contagios a través del contacto con objetos).
Se deben realizar tareas de ventilación periódica en las instalaciones y, como mínimo, de forma diaria y por espacio de cinco minutos. Se limitará el uso de ascensores o montacargas, en los centros que los haya, al mínimo imprescindible y se utilizarán preferentemente las escaleras. Cuando sea necesario utilizar el ascensor, la ocupación máxima será de una persona, salvo si se puede garantizar la distancia de seguridad o en aquellos casos de personas que requieran asistencia y acompañante.
Lo mismo pasa con los aseos, que también tendrán una capacidad máxima de una persona y tendrán que ser desinfectados, como mínimo, seis veces al día. Se deberá disponer de papeleras, a ser posible con tapa y pedal, en los que poder depositar pañuelos y cualquier otro material desechable. Dichas papeleras deberán ser limpiadas de forma frecuente, y al menos una vez al día.
La organización de la circulación de personas y la distribución de espacios deberá modificarse, cuando sea necesario, con el objetivo de garantizar la posibilidad de mantener las distancias de seguridad interpersonal exigidas en cada momento por el ministerio de Sanidad. Además, se limitará al máximo posible el empleo de documentos en papel, los lugares de atención al público dispondrán de medidas de separación entre los trabajadores del centro educativo y los usuarios y se deberá proveer a los trabajadores de los centros del material de protección necesario para la realización de sus funciones.
Una encuesta realizada al sector de la enseñanza concluye que el 96,3% de los participantes creen imprescindible "regular" el teletrabajo de los docentes, a lo que se han visto abocados de un día para otro por la crisis sanitaria, y que les ha generado unas jornadas excesivas e insatisfactorias.
Es el resultado de la encuesta realizada por UGT entre trabajadores de la enseñanza pública, concertada y privada entre el 11 y el 18 de mayo, y que también concluye que el 69% considera que la jornada realizada desde el domicilio durante la pandemia ha sido " excesiva" y ha generado "una notable insatisfacción". No obstante, un 64,2% da un aprobado a su experiencia de teletrabajo, pero solo un 6,6% la calificaría de sobresaliente. El resto, un 35,8%, valora negativamente esta experiencia.
El desarrollo de la actividad docente a distancia ha provocado igualmente la aparición de dolencias específicas asociadas al teletrabajo, corroborado por un 71% de docentes; se traducen en la aparición de problemas de visión, dolores cervicales, ansiedad, estrés o insomnio. Además de las cuestiones de salud, el teletrabajo ha supuesto un incremento de los gastos para el 87% de los consultados, electricidad, compra de equipos o accesorios informáticos o contratación de nuevas conexiones o tarifas de telefonía.
En cuanto a la seguridad informática, un 65% ha tenido que hacer uso de su imagen y, sin embargo, solo un 43,2% ha recibido información de su centro sobre la seguridad y los riesgos que podían entrañar las plataformas y aplicaciones utilizadas.
El 60,3% admite no disponer de equipos adecuados para un uso profesional. Los aspectos positivos resaltados por los encuestados sobre el teletrabajo han sido la flexibilidad, 68%, y la posibilidad de conciliar 46,7%. Los aspectos negativos pasan por el aislamiento social (73,6%), el exceso de trabajo (68,7%), la pérdida de calidad y cercanía en el trabajo (51,3%), la falta de confidencialidad (42,8%), la pérdida de trabajo en equipo y la desvinculación con el centro (55%).