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Las aglomeraciones pueden ser un foco importante de contagio pero también lo son los encuentros familiares y de amigos. En estos eventos suelen relajarse las medidas de prevención y eso deriva inevitablemente en una mayor transmisión.
Las reuniones de familiares y de amigos continúan siendo el principal foco de transmisión del coronavirus. En la última semana, se han notificado 172 brotes en el ámbito de las reuniones de familiares no convivientes. Más, que en las reuniones sociales con amigos. Una situación que podría empeorar ya sin el toque de queda y sin el límite en el número de personas en los domicilios particulares.
Además, la fatiga pandémica está contribuyendo a que nos relajemos en el uso de mascarillas y distancia social: sobre todo en los encuentros y celebraciones familiares. Con los mayores ya casi vacunados, los más jóvenes empiezan a llevarse la peor parte.
Por eso, es importante seguir manteniendo la guardia incluso con los más allegados, para evitar que una celebración se convierta, en un brote.
La Comunidad de Madrid identificó entre el 17 y el 23 de mayo un total de 61 brotes por el covid-19, con 358 casos, de los cuales 26 correspondieron al ámbito laboral, con 137 afectados.
En concreto, se considera brote de Covid-19 cualquier agrupación de tres o más casos con infección activa en los que se ha establecido un vínculo epidemiológico.
Así figura en una tabla recogida en el 'Informe epidemiológico vigilancia de Covid-19' semanal, donde se desglosan los brotes "de ámbito colectivo o mixto".
En la citada semana también se identificaron otros 16 brotes asociados al ámbito social, con 116 afectados, y otros once en el ámbito colectivo o mixto --excepto familiares--, con 57 afectados.
A ellos se suman cuatro brotes en el ámbito mixto, con 26 casos, otros dos en el ámbito sanitario, con diez casos, y otro familiar con otros cinco casos. En total se identificaron 358 casos asociados a 61 brotes, 51 casos menos que la semana anterior.